lunes, 10 de diciembre de 2012

La inversión en tecnología y en I+D: El camino para lograr un desarrollo estratégico de la economía colombiana


Columna de opinión
Juan Camilo Pereira*

La inversión en tecnología y en I+D: El camino para lograr un desarrollo estratégico de la economía colombiana

Nunca antes la transferencia tecnológica y el incentivo de la Investigación del desarrollo y la innovación en un país emergente había sido un elemento tan importante en la ecuación del desarrollo económico como en los últimos cinco años. Este factor de producción, permite a las PYMES y microempresas de mercados emergentes acceder a las principales cadenas productivas deslocalizadas internacionales, que han surgido a causa del proceso de glocalización industrial y, así, asumir procesos de mayor valor agregado que les permitan competir en un mercado común o en un área de libre comercio en condiciones más equitativas y con unas proyecciones de supervivencia superiores.

Hoy, a pesar de tener un mundo más global, donde las relaciones de productividad y generación de valor agregado en diferentes sectores industriales y agroindustriales están enmarcadas por acuerdos multilaterales o bilaterales, mercados comunes, áreas de libre comercio, y los demás mecanismos de integración comercial internacional, las diferencias de las tareas que realiza una PYME en un país como Colombia, divergen de la productividad generada en  mercados como el de EE.UU, China, Brasil, México, Dinamarca, Suecia, Alemania, Francia e incluso España,  debido a la brecha de implantación tecnológica y a la falta de formación en temas técnicos.

Algunos ejemplos son la integración del diseño conceptual de productos en 2D y 3D, con el proceso y procedimiento de fabricación, la selección de proveedores idóneos que cumplan con los requerimientos técnicos de calidad, así como la adaptación de nuevos materiales reciclables, que mejoren los costes y contaminen menos, o la realización de análisis y simulación virtual de mecanismos y fluidos, para ahorrar energía, o la  implantación de esquemas de control del ciclo de producción, monitoreo de las mejores prácticas verdes de producción, manejo de los software necesarios para integrar partes electrónicas con mecánicas, o la manera de crear e implantar aplicaciones que aumenten la conectividad y la trazabilidad de la información, con el ánimo de tener mejores herramientas para tomar decisiones estratégicas productivas clave.

Colombia debe dejar de ser dependiente de los comodities. Eso es una prioridad, pero a pesar de ello, en la práctica eso no es una realidad.  Las políticas y las acciones gubernamentales, llevadas por su necesidad de generar ingresos por exportaciones y controlar los márgenes de ganancias obtenidas por multinacionales que explotan y realizan procesos productivos con nuestros recursos naturales más preciados, han llevado al país a destinar cuantiosos presupuestos a sectores líderes o locomotoras de desarrollo, que a diez años vista generarán más brecha social que crecimiento, equidad y desarrollo sostenible.

A pesar de que el Estado (Colombia lleva más de dos gobiernos en intentar resarcir el problema de la infraestructura),  ha intentado invertir y destinar presupuestos multibillonarios para carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, dragados de ríos, subsidios de vehículos pesados, túneles, entre otras iniciativas, en los diez últimos años de crecimiento económico acelerado, no ha logrado siquiera conectar eficazmente  las principales ciudades entre sí,  para que el flujo del comercio incentive el desarrollo económico en muchas zonas y ciudades intermedias.

Es así que a pesar de ser necesario invertir en estas áreas para dejar que el comercio internacional e interregional lleve riqueza a zonas estratégicas, el país no ha logrado nivelar la falta de competitividad económica por la vía de la inversión en infraestructura e hidrocarburos.  En este último tema, vale la pena simplemente hacer mención a los oligopolios que se generan a partir de los recursos naturales de Colombia y a la falta de conexión entre los procesos de valor que están fuera de las fronteras, en manos de compañías extranjeras.

En este sentido, hoy llegó la hora cero de Colombia para decidir cuál de las dos siguientes vertientes de desarrollo permitirá generar un país más desarrollado (en lo urbano y rural) con talento humano capacitado y start-ups que permitan obtener la rentabilidad esperada de las tareas de mayor valor agregado que hacen parte de las cadenas productivas glocalizadas de diferentes sectores industriales: ingeniería civil, ingeniería industrial, aeroespacio y defensa, arquitectura, maquinaria y equipo, alta tecnología, mecatrónica, automoción, agroindustria, laboratorios y farmacéuticas, retail, edición de documentación industrial y técnica, clusters internacionales conformados por universidades – empresas y centros de i+d, centros de pruebas de laboratorio,  animaciones y simulaciones virtuales.

La tecnología es pues un tema que debe volver al debate público, con propuestas serias focalizadas a incentivar tanto a las universidades y centros técnicos de conocimiento, como a las PYMES y grandes empresas nacionales, para que inviertan en la implantación de plataformas tecnológicas que permitirán a Colombia competir con mayores argumentos en un escenario de integración comercial.

El cambio de mentalidad productiva, generado por la tecnología y los nuevos procesos de intercambio de información y uso de la tecnología en el marco de un mundo globalizado, debe llevar a reflexionar sobre la clase de sociedad competitiva que Colombia quiere tener en el futuro. Una sociedad con más emprendedores flexibles, empresas altamente tecnificadas e integradas en procesos productivos con alto valor agregado, permitirán generar una economía basada en una sociedad más conectada y sensible a  los problemas locales y globales.

Empresas multinacionales de Chile, EE.UU. Brasil, México y España empezarán a aumentar su inversión industrial en nuestro país, debido a la estabilidad macroeconómica, a su ubicación y posicionamiento geo-estratégico, pero sobre todo, al nivel y calidad del capital humano para llevar y liderar proyectos empresariales en el sector de servicios, industrial y agroindustrial, implantando tecnología de punta y ofreciendo alternativas de innovación y desarrollo para generar nuevos y mejores productos y servicios made in Colombia.

Estas son ideas ejemplo de las áreas en las que el país debe centrarse para aumentar su competitividad regional e internacional, y aprovechar las oportunidades comerciales que se derivan de empresas de socios comerciales que pueden deslocalizar parte de su cadena de producción en Colombia:

  • Centros de Investigación de productos bioquímicos y naturales.
  • Investigación y desarrollo de productos de belleza naturales.
  • Desarrollo de maquinaria y métodos para reciclar basuras.
  • Investigación en ingeniería de alimentos.
  • Elaboración de maquinaria y equipos asociados al sector del plástico y de la automoción y del sector eléctrico.
  • Fabricación de equipos y dispositivos móviles orientados al sector de la domótica.
  • Investigación en energías renovables: energía solar y energía eólica.  La idea es poder aprovechar zonas de Colombia con exposición al sol durante los 365 días del año, y generar posibilidades para que nuevos emprendedores puedan aprovechar este mercado.
  • Acuerdos marco para que las universidades públicas y escuelas técnicas de educación superior puedan impartir cursos de formación en áreas como diseño industrial, eléctrico y electrónico, moldes, mecanizado de piezas, ingeniería de producción, ciclo de vida de desarrollo de producto, Project Management con las herramientas de las principales empresas de tecnología: Oracle, IBM, Siemens, Dassault Dystemes, PTC, Autodesk, SAP.

Espero que el Gobierno de Juan Manuel Santos, además de centrarse en la búsqueda de la paz, permita que en el debate de crecimiento y desarrollo económico haya una oportunidad para que se revise una política de Estado en materia de transferencia tecnológica y, de esta manera, se estudie seriamente el impacto que ello podría tener para el país.

Colombia tiene claramente la necesidad de abrir las puertas para que en la educación pública técnica – superior y en la privada se creen verdaderos centros de innovación y desarrollo en área productivas de interés estratégico para el desarrollo económico en diferentes departamentos y regiones del país.

* Desde Barcelona

Imágenes tomadas de: 
http://pisis.unalmed.edu.co/investigacion/nppindex.php
http://pulsodeopinion.blogspot.com/2011_06_01_archive.html
http://fuentesrenovables.blogspot.com/2010_10_01_archive.html

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