martes, 27 de marzo de 2012

Drogas: creatividad, disciplina y suerte

Columna La Tarde
Fundación Kíos

Drogas: creatividad, disciplina y suerte

En 1909, hace 103 años, tuvo lugar la Comisión del Opio de Shanghái, el primer esfuerzo internacional que tenía por objeto discutir y proveer soluciones al problema de la producción, tráfico y consumo de derivados del opio, que afectaba principalmente a la China y que había llamado la atención de los Estados Unidos debido a que desde 1898 este país había tomado posesión de las Filipinas y allí, como en el imperio del hijo del cielo, se encontraba un notable uso de este tipo de sustancias que explicaban, desde la perspectiva de Occidente, el retraso, la injusticia y la incivilidad rampante en esa región del planeta.

Shanghái 1909 fue el primer ladrillo para la construcción de ese enorme edificio institucional, tratados, organismos y paradigmas, que hoy es la política global contra las drogas. Dentro de la era de la prohibición, poco a poco, con mucho esfuerzo y paciencia se fueron incluyendo otras sustancias: la marihuana, la cocaína, los barbitúricos y las anfetaminas, y en un momento incluso, en esta horda prohibicionista, se llegó a incluir al alcohol. La justificación de estas políticas y tratados, giró siempre en buena medida en la búsqueda de una sociedad que no se viera afectada por los comportamientos escandalosos causados por la ebriedad. La sobriedad debía ser el comportamiento estándar dentro de la sociedad y era deber, pues, de los líderes globales, ver la forma de cómo lograr imponerla.

Durante el último siglo, algunos seres humanos han demostrado contar con una recalcitrante terquedad y sin importar las amenazas de las sanciones culturales, sociales y penales que las comunidades han diseñado para evitar esos bochornosos comportamientos relacionados con el consumo de las drogas, han continuado utilizándolas. Pareciera ser que la naturaleza humana, porfiada como es, se ha empeñado en mantener individuos que no reparan los potenciales daños que pueden autoinfligirse con el consumo de los muy variados estupefacientes.

La VI Cumbre de las Américas, que tendrá lugar el próximo abril en Cartagena, puede ser el inicio de la construcción de un orden jurídico y político que no tenga a la prohibición, y junto a ella la represión, como principio fundamental en lo que atañe a las drogas. El gobierno colombiano, con su presidente Juan Manuel Santos a la cabeza, vienen adoptando una posición de “como quien no quiere la cosa” frente a este espinoso asunto para el país. Sin embargo, si se tiene en consideración el estilo del presidente, pareciera ser que está reuniendo las fichas necesarias para ser parte central de la nueva visión que sobre la materia el mundo puede llegar a adoptar, y si es así, hace bien el presidente, tanto en la forma como en el fondo. En la forma, porque la posición de Colombia en el vecindario y su situación de orden público al interior, no le permite indisponer la relación con su socio más estratégico, que es el gobierno de Washington. Y en el fondo, porque dadas la experiencia y la realidad nacional, la lucha contra las drogas, provocada por su condición de ilegalidad, es asunto vital del interés nacional colombiano. Su solución demanda creatividad, disciplina y suerte. La primera porque el enfoque represivo se ha agotado y se requieren fórmulas pragmáticas que reconozcan la realidad humana y se alejen lo más posible de los radicalismos. La segunda, porque así como se necesitaron décadas para construir la era de la prohibición, un término extenso también será necesario para crear la era de la regulación. Y la última, porque siendo este un proceso tan dilatado y en el cual confluyen tantos intereses, legales e ilegales, prácticos y fundamentalistas, por más que exista una planeación exhaustiva, cualquier evento podría detener, retrasar o impulsar esta causa.

No se trata de hacer apologías a las drogas, sino acercarse a la opción más práctica y menos imperfecta de las que existen sobre la mesa. La prohibición y la represión en contra de las drogas ha probado ser calamitosa, poco adaptable y simplista. Es posible encontrar mejores opciones a esta. Hay que continuar debatiendo seriamente y promover espacios para profundizar sobre este tema, que es tan importante para el futuro de Colombia. 


Publicado en La Tarde el 27 demarzo de 2012, en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/57853-drogas-creatividad-disciplina-y-suerte.html

martes, 20 de marzo de 2012

No solo es cuestión de derechos


Columna de opinión
Alter Ego

El domingo, Alejandro Gaviria escribió en El Espectador una interesante reflexión a propósito del movimiento estudiantil que se contrapone a la Reforma de la Educación Superior. Su disertación recoge algunos de los temas que planteó Gnothi Seauton en una reciente entrada en este blog titulada “La pobre economía del conocimiento colombiana”, referentes al pobre desempeño de los estudiantes de pregrado en la pruebas SABER PRO que aplica el Ministerio de Educación y el ICFES.

No hay tema más coyuntural para un país que la calidad y pertinencia de su sistema educativo en todos los niveles. La educación es el gran motor de cambio en las actuales circunstancias económicas internacionales. Todos los países que evidencian saltos cualitativos en su bienestar y desarrollo, han emprendido reformas o revoluciones educativas que no solo se centran en mejorar el acceso y la cobertura, sino que también buscan optimizar los currículos y ofrecer programas de formación acordes con las dinámicas del mercado laboral. Así lo han hecho Finlandia, Israel, Singapur, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, entre muchos otras notables experiencias internacionales. Ello ha implicado tanto el mejoramiento de las condiciones de eficiencia y equidad de los sistemas de educación superior como el fortalecimiento de las alianzas entre Universidades y empresas, con el fin de generar conocimiento y permitir la aplicación de la ciencia en la vida cotidiana de las personas.

Por ello, la relación entre Universidad y sector privado no debe satanizarse sin que exista un debate previo e incluyente sobre las mejores formas de relación entre las aulas de aprendizaje y el tejido productivo y empresarial de una sociedad. No se trata, solamente de luchar por los derechos adquiridos ni por prerrogativas y garantías individuales, que por supuesto forman parte de nuestro deber ciudadano por fortalecer el Estado Social de Derecho. Tampoco, se trata de exigir la gratuidad como un derecho inalienable de la comunidad estudiantil colombiana, cuando los resultados en las pruebas internas son preocupantes y dejan mucho que desear respecto a la clase y el talente de los profesionales que estamos formando. Se trata de pensar cuál es el tipo de sociedad que estamos dispuestos a consolidar, no solo a partir de la mano generosa del Estado sino también, desde la misma corresponsabilidad que se nos exige como ciudadanos.

Para ello, es preciso reconocer que Colombia no cuenta con todos los recursos ni capacidades suficientes para ofrecer una cobertura del 100% en su sistema de educación superior. Hoy no contamos con las condiciones suficientes en términos administrativos y docentes para asegurar la universalidad en el acceso. Por ello, la búsqueda de la equidad educativa pasa por encontrar los mejores espacios y las mejores alianzas para fortalecer el ingreso de una mayor cantidad de jóvenes a un sistema de calidad, enfocado hacia la formación para el empleo y la productividad laboral. La lucha debe ser por fortalecer la pertinencia de la formación superior, por buscar su interacción continúa con las revoluciones tecnológicas modernas y por generar espacios donde sea posible generar riqueza colectiva a partir del conocimiento. No solo es una cuestión de derechos. 

Imagen tomada de: http://elusodelaconciencia.blogspot.com/2010/02/derecho-o-deber-en-la-educacion.html

¡George Clooney got it! Colombia no


Columna de opinión
Gnothi Seauton

¡George Clooney got it! Colombia no

George Clooney fue arrestado el viernes 16 último, mientras participaba en una protesta en contra del gobierno de Jartum, Sudan del Norte, por sus actuaciones en contra de la población civil en el sur de ese país, en los Montes Nuba. Clooney, junto a varios activistas de Derechos Humanos, especialmente John Prendergast, de Enough, una organización no gubernamental que busca poner fin, como su lema lo anuncia, al genocidio y a los crímenes en contra de la humanidad, lleva varios años denunciando las actividades del gobierno liderado por el presidente Omar al-Bashir quien cuenta con dos órdenes de captura emitidas por la Corte Penal Internacional bajo los cargos de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, convirtiéndose en el primer jefe de estado en ser solicitado por esa Corte.

A primera vista, las actividades y denuncias de Clooney y Prendergast pueden sonar a un simple y superficial, casi infantil, humanitarismo que no tiene en cuenta las complejas realidades domésticas, regionales e internacionales que rodean e influyen este tipo de asuntos. Sin embargo al escuchar a Clooney, un día antes de su arresto en el popular programa de entrevistas Charlie Rose la conclusión sobre sus actuaciones puede cambiar sustancialmente. Su pasión por los Derechos Humanos y la problemática del Sudan es innegable. El esfuerzo y su entrega en estas iniciativas, es enorme y si se desea, inspirador. Pero lo que llama más poderosamente la atención es que la visión de Clooney y Prendergast, es realista y pragmática.

En los minutos 30 y 31 de la entrevista, que se puede ver en el sitio web de Charlie Rose, Clooney emite una frase que lo diferencia ostensiblemente de muchos de los involucrados en esfuerzos humanitarios existentes sobre una amplia variedad de asuntos alrededor del planeta:

… esto nunca podrá ser resuelto (definitivamente), se va a tomar todo el tiempo, va tomar el trabajo de generaciones y las victorias (las derrotas de al-Bashir y el gobierno sudanés) van a hacer pequeñas y van a haber gigantescos retrocesos, dos pasos adelante y dos pasos atrás, nunca se va a sentir como: ¡ahhh! ¡Lo logramos! Pero la verdad es que hay progreso sobre el asunto (como el que se haya realizado un referéndum en Darfur que desembocará en la creación de la República de Sudan del Sur)… (Pero) siempre entendiendo que nunca se sentirá terminado (el trabajo allí).  

La frase muestra la aceptación de uno de los principios más consistentes en los estadistas y los líderes virtuosos y es la comprensión que en los asuntos referentes a la Alta Política, sea esta doméstica o internacional, no existen las soluciones perfectas. Por el contrario, el devenir de estos asuntos es caracterizado por ser una permanente administración de crisis sucesivas.

En Colombia, durante los últimos meses, la fiebre por la paz obtenida a través de la solución negociada está alcanzando altas temperaturas hasta el punto que resucitan alucinaciones comunes del pasado. La paz se convierte en una panacea que provee respuestas y soluciones satisfactorias a un vasto rango de necesidades y por lo tanto la nación, como un todo, debe volcarse a su consecución. La experiencia histórica universal y colombiana, así como las palabras de George Clooney nos deben indicar que no hay tal. Una solución negociada no nos proveerá las herramientas necesarias para aprovechar la bonanza minera y energética que experimentamos, ni nos preparará para maximizar los beneficios que trae la globalización por medio de la educación del conocimiento y tampoco nos asegurará que diversos grupos armados ilegales, herederos directos o no de las guerrillas y los paramilitares, continúen compitiendo por el control del negocio ilícito de las drogas y otros fenómenos de la economía y el accionar ilegal.

Gnothi Seauton no se encuentra, en principio, contrario a la idea de la solución negociada con las guerrillas colombianas. Le incomoda profundamente, eso sí, la falta de visión estratégica, realista y pragmática que muchos en el país, desde el gobierno, la academia, los gremios, los sindicatos y los medios de comunicación, están evidenciando con respecto a qué esperar de un desenlace negociado en el Conflicto Armado Interno colombiano, y que sea un actor y activista de Hollywood el que pueda proveer lecciones importantes a estos de cómo asumir los asuntos de la Alta Política. 

Imagen de: http://www.elcomercio.com/entretenimiento/Imagenes-arresto-George-Clooney-Washington-detenido_5_664783516.html

La pobre economía del conocimiento colombiana

Columna de opinión
Gnothi Seauton

La pobre economía del conocimiento colombiana


Titula El Espectador en su edición digital que El 23% de universitarios no puede elaborar un texto comprensible. La desalentadora información se desprende de los resultados obtenidos por más de 146 mil alumnos de pregrado que aplicaron a las pruebas SABER PRO del Ministerio de Educación y el ICFES. Esto va en concordancia con el debate que fue agitado el año pasado por la carta de renuncia de un profesor de redacción de la Universidad Javeriana, Camilo Jiménez, al declararse exhausto por la incapacidad y las limitaciones de sus alumnos que durante todo el semestre no pudieron cumplir con unos mínimos requisitos de escritura y redacción.

Lo que en definitiva termina llamando la atención de esta nota es que los estudiantes que obtienen mejores resultados en este campo de las pruebas, el de la escritura, provienen de Humanidades, Ciencias Sociales, Comunicación, Periodismo y Publicidad. ¿Dónde están los científicos, los médicos y los ingenieros? Brillan por su ausencia y estos últimos, los ingenieros, tampoco se destacan por sus resultados en el campo del inglés. Allí quienes lideran son los estudiantes provenientes de Bellas Artes, Diseño, Medicina y Ciencias Naturales y Exactas.

Estos resultados reflejan una de las más notorias debilidades de Colombia en el mundo globalizado y por lo tanto un enorme desafío que debe afrontar, más temprano que tarde. India es una nación que cuenta con desigualdad socioeconómica rampante, índices de inseguridad y violencia remotamente cercanos a cero, un sistema político marcado por prácticas corruptas y una infraestructura atrasada en décadas para las demandas actuales de sus actores económicos. No obstante, desde principios de la década de 1990, los gobiernos de “izquierda” y “derecha”, identificaron como una potencial ventaja competitiva global contar con un numeroso y preparado ejército de ingenieros. Así, la India se ha convertido en la “oficina” del mundo. Al no poder competir con manufacturas debido a los absurdos costos y complicaciones generadas por la pobre infraestructura y el estado intervencionista, exporta servicios al mundo.

Adicionalmente, debido a un legado colonial heredado de los ingleses, más de 200 millones de personas dominan la lengua de Shakespeare y por lo tanto cuentan, ahí sí, con una tangible ventaja competitiva al ser la segunda nación más grande del planeta angloparlante.

Estos dos factores, ingenieros e inglés, han convertido a la India en uno de los ganadores en la economía del conocimiento que es la de esta era globalizada. 

Las pruebas SABER PRO dejan en evidencia lo lejos que se encuentra Colombia en adaptarse a esa realidad, obteniendo resultados que nos ubiquen más dentro de los ganadores que en los países perdedores. Es un hecho irrefutable que la clave de ese resultado no se encuentra en las Humanidades, las Ciencias Sociales, el Periodismo o la Publicidad, sino en las Ingenierías, las Ciencias Naturales y Exactas y la Medicina y allí nuestra nación se encuentra en una muy deplorable situación.   

Ahora bien, con el objetivo de evitar la sensación de que esta es una crítica sin asidero en el mundo real, pues resulta válido preguntarse ¿para qué necesitan los ingenieros, los médicos y los científicos comunicarse hábilmente por escrito?, debe resaltarse que estas capacidades son la piedra angular de la construcción del saber científico, así como el vehículo exclusivo para que los hallazgos generales de la ciencia y la investigación científica básica, se trasladen a la esfera de las ciencias aplicadas y a los múltiples campos productivos de la economía. No será esta la única razón, ni más faltaba, pero sí hay relación con que el número de patentes otorgadas en Colombia en 2010, último año del reporte World Intellectual Property Indicators de la WIPO, World Intellectual Property Organization, supere por poco el medio millar, mientras en la India son más de seis mil y en países en donde a todas luces la preparación académica, incluyendo la competencia genérica de la escritura, es sobresaliente como el Japón, China incluída Hong-Kong y Corea del Sur, donde las cifras son de 223 mil, 140 mil y 69 mil patentes aprobadas, respectivamente.

Si los técnicos, tecnólogos y profesionales colombianos encargados de sumergirnos en la economía del conocimiento no pueden comunicar efectivamente sus avances para que sean aprovechados por el aparato productor nacional, ¿a qué quedan reducidas las expectativas puestas en que la década de 2010 será la del resurgir colombiano y latinoamericano?

¡Pobre economía del conocimiento colombiana!

Un poquito embarazados


Columna La Tarde
Fundación Kíos

Un poquito embarazados

Las aulas no dejarán de ser una reproducción de un microcosmos social que refleja tanto lo bueno como lo malo de nuestras comunidades.

Así como es allí donde se construyen, por lo general, los líderes que determinarán el futuro de las civilizaciones en un mundo contemporáneo, los comportamientos de los estudiantes y docentes reproducen a escala los males de sociedades altamente complejas como la que describe el mundo globalizado permeado por dinámicas que en lo local, permiten prever nuestro porvenir. En el aula conviven personalidades y perfiles diversos, cada uno asumiendo un rol impuesto por un sistema educativo que ha evolucionado a la par de otros colectivos sociales.

El profesor, como líder de dicho microcosmos, tiene bajo su responsabilidad, principalmente, la formación de sus pupilos. Con la autoridad que le concede el propio sistema, a partir del reconocimiento de su experiencia y conocimiento, dirige y acompaña la evolución de los demás actores que conviven en el aula. En ese sentido, existe una diversidad de opciones que establecen la relación a través de la cual esa convivencia se materializa. Hay profesores dictadores que imponen su poder de forma autoritaria y no favorecen la creación de espacios de correlación e interacción constructiva. Hay otros que prefieren estrategias más horizontales para el proceso de transmisión de conocimiento. Y hay otros que no entienden el proceso como algo unidireccional sino que implica la reproducción de dinámicas de corresponsabilidad y construcción colectiva de conocimiento.

Los alumnos, como destinatarios o responsables de su propio destino, según la dinámica que se establezca en el aula, actúan como conciudadanos. Hay, por tanto, algunos que prefieren asumir posiciones de liderazgo y otros que actúan pasivamente y se conforman con ser simplemente receptores y replicadores de información, sin realizar ejercicios exigentes de análisis y reproducción de conocimiento.

En ese sentido, cada aula reproduce un microcosmos social que refleja, con una sorprendentemente fidelidad, los comportamientos que esos mismos actores tendrán al interactuar fuera de él. Precisamente por ello, tanto docentes como estudiantes se convierten en actores clave para reconfigurar las relaciones que pueden construir una Colombia mejor para todos.

Por eso, en una sociedad como la nuestra, atormentada por la violencia y la falta de respeto por la norma, los docentes deben asumir su rol con seriedad y compromiso. Sorprendentemente, mucho de lo que hagan o dejen hacer en el aula, impacta la construcción de una sociedad más desarrollada y mucho más ética.

Los docentes deben, por tanto y para empezar, reconocer los reglamentos que rigen las actuaciones de los diversos actores que interactúan en el aula. Pero no solo reconocerlos, sino aplicarlos. Y los estudiantes, deben, como mínimo, entender cuáles son las reglas mínimas que deben determinar su comportamiento y las relaciones de poder que establece dicha interacción.

Por todo lo anterior es que el docente es, en última instancia, un cómplice de la ilegalidad cuando actúa de manera contraria a la norma previamente establecida y supuestamente conocida por todos. El plagio, desafortunadamente más común hoy, por las facilidades que implica Internet, y la connivencia de docentes para nada rigurosos, y posiblemente plagiadores, constituye, de manera lamentable, una de las conductas más características de las dinámicas universitarias hoy. Parcialmente, porque el colegio nunca lo castigó, porque los docentes no se toman el tiempo de detectarlo y castigarlo, aún en la educación superior, y porque los estudiantes nunca entendieron que el plagio es un delito, incluso tipificado en los códigos de derecho contemporáneos.

Todo lo que se haga en el aula se reproduce en ámbitos sociales más amplios, y viceversa. Y nuestro país nunca será mejor si seguimos enseñando en el aula –por acción u omisión- que plagiar no está mal, que plagiar un párrafo es menos grave –e incluso, no punible- que plagiar una tesis doctoral completa. Los docentes que no sean radicales en ese sentido, no tendrán la autoridad moral que se atribuyen cuando despotrican contra los políticos que se roban sus impuestos. Este país será mejor solamente cuando todos –profesores, estudiantes, políticos, padres, madres- entendamos que uno no es un poquito ladrón o muy ladrón. Eso es tan absurdo como pensar que uno está solo un poquito embarazado.

Publicado en La Tarde el 20 de marzo de 2012, en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/57475-un-poquito-embarazados.html

martes, 13 de marzo de 2012

El último caballero radical


Columna La Tarde
Fundación Kíos

El último caballero radical

El fin de semana falleció en Bogotá el Maestro Fernando Hinestrosa Forero, insigne Rector de la Universidad Externado de Colombia.

Desde esta posición, regentada durante más de 45 años, se convirtió en una ícono de la formación social y humanística en Colombia y Latinoamérica. Su impronta quedó marcada en múltiples generaciones de brillantes profesionales que hoy se desempeñan con éxito en diferentes posiciones, con especial énfasis en el sector público. Su quehacer docente, rigurosidad intelectual y vocación formadora quedan indisolublemente ligados al Externado, casa de estudios dedicada al fomento de los valores y principios liberales con amplios criterios pluralistas y democráticos.

La partida del Maestro Hinestrosa es un hecho que permite reflexionar sobre el valor de la Universidad y su aporte en la construcción de una mejor sociedad. La educación superior garantiza no solo la formación de profesionales en diversas disciplinas, sino también la consolidación de los principios vitales que deben guiar el acceso al conocimiento, el gran motor de cambio del presente siglo. Por ello, la Universidad debe ser ante todo, un espacio para el diálogo y el debate de las ideas, para la promoción de la diversidad intelectual en todas sus formas y matices y para la generación de consensos sobre los aspectos fundamentales que aporten al mejoramiento del bienestar y la calidad de vida.

Lastimosamente, muchos centros de educación superior en Colombia han olvidado este carácter prioritario, dejándose seducir solamente por las lógicas comerciales y empresariales. En la búsqueda de la eficiencia y la rentabilidad, han perdido su rumbo como espacios prioritarios para la construcción del conocimiento. Su aporte está limitado a la formación de profesionales mediocres que salen a engrosar las filas del desempleo. Muchos otros, se convierten en fortines políticos y burocráticos que sirven a los intereses de unos pocos. Las “universidades de garaje” pululan hoy en nuestras ciudades. Sus dueños son mercaderes de los sueños de muchos jóvenes que esperan encontrar un mejor futuro a través del estudio.


Cuánta falta nos hará el Maestro Hinestrosa en un sistema educativo que tiende hacia la progresiva mercantilización del saber. Su lucha constante en favor de la libertad y los valores humanísticos nos hacen recordar que una vez fue catalogado como el último caballero radical, por su visión democrática del mundo y su férrea defensa de la justicia y la dignidad humana como base fundamental para garantizar el orden social. No obstante, su legado queda vigente como un faro que debe guiar a las generaciones futuras.

Es el deber de quienes, como la Fundación Kíos, creemos que la educación es motor de desarrollo equitativo, mantener su ideario vigente.

Publicado en La Tarde el 13 de marzo de 2012, en http://www.latarde.com/opinion/columnistas/57132-el-ultimo-caballero-radical.html

martes, 6 de marzo de 2012

Lo deseable y lo real

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Columna La Tarde
Fundación Kíos

Lo deseable y lo real

Wikileaks vuelve a causar revuelo. La más reciente revelación impulsada por esta organización consiste en la publicación de correos electrónicos pertenecientes a la compañía privada de consultoría de inteligencia Stratfor con sede en Austin, Texas, que posee entre sus clientes corporaciones y multinacionales destacadas así como entidades del gobierno de los Estados Unidos tales como el Departamento de Seguridad Interna, el cuerpo de Marinos y la Agencia de Defensa de Inteligencia. 
   
De esta manera Julian Assange y sus colaboradores en Wikileaks buscan poner al descubierto los posibles excesos cometidos por esta y otras compañías similares, contratistas encargados de desarrollar actividades que anteriormente eran consideradas como función exclusiva del Estado: recolección y análisis de información para inteligencia y diversas tareas pertenecientes a las esferas de la seguridad y la defensa nacional. De alguna manera, este nuevo destape de información, apunta a equiparar a Stratfor con una compañía tristemente célebre como Academi, anteriormente conocida como Blackwater y Xe y que fue la protagonista de los primeros escándalos de los contratistas privados en Irak y Afganistán, en donde algunos de sus empleados se vieron envueltos en casos de violaciones de derechos humanos, corrupción, sobrecostos y otros tipos de abusos a las leyes estadounidenses e internacionales.

Por supuesto, existe una crítica central a Stratfor y compañía que va más allá de múltiples acusaciones puntuales, y es que se considera que al privatizar o tercerizar este tipo de funciones, se está debilitando la misma democracia y los controles y garantías que de ésta se desprenden. De hecho, afirman algunos críticos, entre ellos el reputado economista y ganador del Nobel de economía Joseph Stiglitz, en la actualidad se están dando todos los pasos para la verdadera y definitiva privatización de la guerra, no únicamente su ejecución, como parece ser el estado actual de las cosas, sino, mucho más preocupante, su planeación y la decisión en sí misma de ir o no a la guerra. Estas funciones, ya no serán de oficiales elegidos por el pueblo, sino de civiles y militares que no se encuentran estrictamente bajo la vigilancia expresa y directa de los representantes del pueblo y los medios de comunicación.

El escenario que se proyecta parece ser digno de la novela de Orwell, 1984, o incluso del Apocalipsis de la Biblia. Desafortunadamente las explicaciones alrededor de este evento, la tercerización de la guerra, son muchos más complejas y se desprenden de las realidades geopolíticas y tecnológicas actuales. Como los conflictos del “futuro” van a caracterizarse por ser cortos, limitados, marcados por la informática, la alta tecnología, la rapidez y el secreto, las actuales instituciones, especialmente aquellas más democráticas, diseñadas para afrontar este tipo de eventualidades simplemente cada vez resultan menos útiles.

La razón por la cual los contratistas privados han aparecido con tanto fuerza en la última década, no reside sencillamente en la existencia de la codicia insaciable de algunos, sino en el hecho cierto de que hoy día ya se puede ser víctima de un ataque cibernético que tomaría horas o incluso minutos, y por lo tanto la respuesta debe ser inmediata. Esta realidad, la urgente necesidad de flexibilidad, lleva a que cada vez más los gobiernos deban utilizar a estos contratistas privados.

Es un mundo distinto, quizás orwelliano, en el que avances de la civilización como el Derecho Internacional Humanitario pueden verse afectados, limitados o incluso caducos. No obstante, debemos buscar cómo adaptarnos antes que buscar desesperadamente volver al estatus anterior. La realidad es tozuda y poderosa y por ello debe prestársele atención a la hora de tomar decisiones.

Publicado en La Tarde el 6 de marzo de 2012, en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/56777-lo-deseable-y-lo-real.html