martes, 27 de diciembre de 2011

Despilfarro navideño


Columna La Tarde
Fundación Kíos

Despilfarro navideño

A pesar de que la Navidad es quizás la fecha más esperada por las familias colombianas, época para fortalecer los lazos entre unos y otros y dedicar tiempo para arrepentirse de las malas acciones del año, lo que contagia a los ciudadanos de un aparente felicidad, es también una época en la que se ejercen presiones exageradas e innecesarias sobre el medio ambiente.

 Que las principales ciudades del país, por ejemplo, gasten cada una $6.500 millones de pesos en un mes para alumbrarse con 15 millones de bombillos, así sean de tecnología Led, representa un derroche de energía quizás tan escandaloso como el de nuestro ex vicepresidente. Inevitablemente, estos excesos, combinados con algunas evidentes deficiencias en la infraestructura de producción y transmisión energética en el país, presionan al alza las tarifas del kilovatio que pagarán los colombianos en los meses posteriores. Gastar vale y todo gasto se debe financiar.

 Los únicos beneficios reportados a partir de costumbres derrochadoras  e irresponsables ambientalmente como esta son, el aumento de ingresos por turismo y unos mayores flujos de compradores en los comercios de las grandes ciudades, lo que no necesariamente se convierte en mayores ingresos, sino que en ocasiones simplemente traslada las horas en las que las compras se hacen efectivas. Sin embargo, dichos efectos pueden ser, y deberían ser financiados con los recursos de los privados que se benefician de ello, no con recursos de las empresas públicas, que son los recursos de todos.

 A pesar de que con el gasto exagerado de kilovatios en la época navideña se perjudica ambientalmente a quienes los aprueban y disfrutan, también resultan afectados aquellos que no comparten ni encuentran necesario este despilfarro. Esos kilovatios nos harán falta a todos en un futuro, para acciones que pueden ser económica y socialmente muchos más productivas.

En una época en la cual la conciencia ambiental parece haber reaparecido, por lo menos de labios para afuera, resulta ilógico continuar defendiendo costumbres como el alumbrado navideño público. ¿Cuántos beneficios obtendríamos con esos 15 millones de bombillos en escuelas, hospitales y bibliotecas de zonas apartadas del país?, ¿Qué se podría hacer con $6.500 millones anuales redireccionados a otras actividades más productivas, como la educación?

Pero además, ¿Cuántos hectáreas de bosques tuvimos que talar para empacar los regalos que compramos con esos dos billones de pesos que los colombianos acabamos de gastar entre el 22 y el 23 de diciembre pasados?

 Cuando el planeta se deteriore hasta el punto en que nuestra supervivencia se vea afectada en el día a día, y entendamos que hemos cometido errores innecesarios durante décadas, trasladando presiones evitables a los ecosistemas a cambio de obtener pequeños momentos de felicidad, ésta no se alcanzará con el derroche irresponsable de luces encendidas, ni con paquetes coloridos y toneladas de papel gastadas inútilmente.

 No nos lavemos más nuestra atormentada conciencia ambiental con apagones simbólicos durante algunos minutos cada ‘Día de la Tierra’. Seamos ambientalmente responsables de manera sostenible: apaguemos los bombillos y encendamos nuestra responsabilidad, porque una Navidad con menos luz y más abrazos, nos permitirá compartir más fines de año con nuestras familias.

Publicado en La Tarde el 27 de diciembre de 2011 en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/53201-despilfarro-navideno.html

martes, 20 de diciembre de 2011

El reto legislativo de 2012


Columna La Tarde
Fundación Kíos

El reto legislativo de 2012

El viernes 16 concluyó una de las legislaturas más dinámicas de los últimos años. A la par con los intensos debates sobre la Reforma a la Justicia, se dieron importantes avances en la concreción de importantes iniciativas legislativas, sobre todo, en el terreno de lo económico y lo social. Ello podría explicarse no solo por la notable tarea que viene desempeñado el Ministro Vargas Lleras en materia de interlocución e intermediación entre el Ejecutivo y el Congreso, sino también, por la existencia de una coalición de gobierno que ha logrado gestarse en torno a la imagen y liderazgo del Presidente Santos. Y todo ello ocurrió, a pesar de las polémicas posiciones del Presidente del Senado sobre el subsidio para combustibles, el fuero parlamentario o la renovación del parque automotor de la corporación, las cuales causaron estupor y asombro en la opinión pública. 

El acervo jurídico desarrollado en el transcurso del 2011 crea un importante marco para la consolidación de muchas de las iniciativas y programas prioritarios del Plan Nacional de Desarrollo. No obstante, la norma por sí sola no es suficiente. Si bien es cierto que la Ley es uno de los componentes fundamentales de toda política pública, ésta debe desarrollarse y concretarse a través de las acciones cotidianas y permanentes que realizan los gerentes públicos. Por ello, la próxima legislatura será decisiva no solo para continuar con el camino recorrido en materia de creación normativa, sino también para fortalecer el control político y el adecuado seguimiento a la acción desarrollada por las entidades públicas frente a las aspiraciones de la Ley. El 2012 debe posicionarse como el año de la evaluación y el monitoreo a los resultados obtenidos en la aplicación de la legislación creada.  

En la mayoría de los países de la región, los parlamentos son percibidos como instituciones decadentes, corruptas y anquilosadas en el tiempo. Prueba de ello, son los resultados de las encuestas de confianza institucional, en las cuales la ciudadanía manifiesta confiar más en instancias como la Iglesia, la Fuerzas Militares o los Medios de Comunicación que en los Congresos o los Partidos Políticos.  Los imaginarios ciudadanos y la opinión pública no son fortuitos, dado que éstos recogen gran parte de la insatisfacción colectiva frente a los escándalos y detrimentos patrimoniales que han rodeado históricamente a los Congresos. Romper con esta tendencia negativa, requerirá algo más que discursos sobre la necesidad de preservar la dignidad parlamentaria, tal como lo expresaba hace algunos meses el Senador Corzo. 

Publicado en La Tarde del 20 de diciembre de 2011, en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/52876-el-reto-legislativo-del-2012.html

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sobre propuestas y debates incorrectos


Columna de Opinión
Gnothi Seauton

Sobre propuestas y debates "incorrectos"

Mientras el nuevo alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, se empeña en proponer la creación de una súper entidad que maneje los servicios públicos domiciliarios de energía, agua y alcantarillado y telecomunicaciones, controlada por el Distrito Capital, que seguiría el modelo de las Empresas Públicas de Medellín, en Honduras, uno de los países más pobres, corruptos y violentos de Centroamérica, surge una exótica iniciativa que busca des-estatalizar funciones como la creación de la riqueza, mantener impolutas las diversas actividades económicas y sociales y también proveer los distintos servicios públicos, incluidos, por supuesto, los domiciliarios.

La historia se encuentra en el artículo de The Economist, Hong Kong in Honduras, y el proyecto se presenta con las siguientes características:


Y más adelante se agregan detalles puntuales sobre el funcionamiento y normas al interior de estas "ciudades cuasi-independientes":


Por supuesto la iniciativa no se encuentra libre de críticas, en lo absoluto irrelevantes:

Como lo revela la descripción del proyecto y las críticas al mismo, el desafío para Honduras es más que majestuoso pero debe destacarse la creatividad en los centroamericanos que han tratado de adoptar y adaptar modelos diferentes a los ya extensamente ensayados y que han producido efectos más negativos que positivos, como aquel que busca una mayor y decidida intervención del Estado en las vidas y negocios de sus ciudadanos. Dichos fallos no se encuentran exclusivamente en los casos más obvios como la Cuba de los Castro y la Venezuela de Hugo Chávez, sino también en los Estados benefactores francés y estadounidense, y para no ir tan lejos, en la experiencia de Emcali, la contrapartida a la exitosa pero solitaria EPM.

Este nuevo paradigma de desarrollo económico encuentra su fundamento en el trabajo del economista Paul Romer. De hecho, Romer ha impulsado desde hace unos años estas "ciudades libres" por medio de conversaciones y contactos con los líderes de países en vías de desarrollo, especialmente en la África Subsahariana, y en el caso de las Regiones Especiales de Desarrollo hondureñas. El profesor y emprendedor Romer hace parte de los miembros iniciales de la Comisión de Transparencia que será la entidad encargada de poner a funcionar las "dos ciudades" libres proyectadas en el país centroamericano. 

Quizás lo más interesante del pensamiento y el accionar de Romer, es que se ha esforzado a pensar "incorrectamente" en los temas de desarrollo, desafiando las fronteras de lo posible y lo aceptable, al impulsar radicales críticas en contra de la democracia y el Estado como herramientas útiles y efectivas a la hora de luchar contra la pobreza y el subdesarrollo, e impulsar conceptos considerados superados como el neo-colonialismo y otros llamados a revisión como la tecnocracia, con el solo objetivo de buscar soluciones a los graves desafíos que se desprenden de las situaciones extremas y crónicas de las naciones y las ciudades del siglo XXI, en el que en las próximas décadas, más de tres billones de habitantes se volcarán a unas urbes que hoy no pueden suplir adecuadamente los servicios básicos y proveer oportunidades para mejorar los estándares de vida de sus habitantes. 

The Atlantic Magazine, en su número de julio y agosto de 2010, publicaba una interesante pieza sobre Paul Romer, The Politically Incorrect Guide to Ending Poverty, y su lucha por las “ciudades libres”, en la que se puede detallar la complejidad de la propuesta, así como los múltiples obstáculos que debe esquivar para lograr su implementación. Junto a Romer vienen trabajando instituciones como la Free Cities Institute y la Future Cities Development Corporation que han firmado acuerdos de entendimiento para participar en el proyecto hondureño.      

La aparición y consolidación del Estado Moderno Occidental y la democracia en Europa, luego en Norteamérica y el Japón y posteriormente en buena parte del planeta, pueden considerarse como uno de los grandes avances de la Humanidad desde el siglo XV aproximadamente hasta nuestros días. No obstante, como quizás lo está dejando en evidencia la grave crisis socioeconómica y política por la cual están pasando Europa y EUA, dicho sistema está colapsando y por lo tanto resulta necesario abordar nuevas visiones como la que Romer se encuentra impulsando, ya no solamente en los libros y foros académicos, sino en la vida real. Trujillo, en Honduras, puede ser uno de los ejemplos a seguir en países como Colombia y ciudades como Bogotá.

La alternativa a un Estado altamente inoperante quizás no se encuentre en un Estado más grande, sino en uno más pequeño y más limitado. Incluso en uno inexistente.

Imagen tomada de: http://www.gutierrez-rubi.es/2010/07/15/la-comunicacion-politica-en-el-debate-del-estado-de-la-nacion/

martes, 13 de diciembre de 2011

Risaralda se moviliza


Columna La Tarde
Fundación Kíos

Risaralda se moviliza

Desde la semana pasada, la Fundación Kíos forma parte, oficialmente, de la Movilización Social, un proceso que busca llevar al departamento, en un proceso de largo plazo, hacia una sociedad y una economía basadas en el conocimiento, con equidad, justicia, inclusión y responsabilidad social.

La Fundación Kíos entiende la importancia de la Movilización Social porque, a través de un proceso de construcción colectiva, busca involucrar a los más diversos actores en la creación de una sociedad que genere niveles muy superiores de bienestar a sus ciudadanos, mediante la intervención ordenada y sistemática en el ciclo de creación, ejecución y evaluación de las políticas públicas más relevantes durante los próximos 20 años.

Como hemos venido subrayando en nuestras columnas, una de las principales falencias de la gestión pública en nuestro país es la ausencia de ejercicios de planeación a largo plazo, y creemos que los escenarios y las sinergias que pretende generar la Movilización Social, propenden por instancias responsables de prospectiva que catalizarán procesos de desarrollo con bienestar significativos y sostenibles.

Adicionalmente, la Movilización tiene como objetivo formular seis políticas públicas para el departamento, que a nuestro juicio, conjugan los seis grandes retos de mediano y largo plazo que debería incluir cualquier proceso de planeación serio que se plantee hoy en el ámbito regional, nacional y global. En ese sentido, la primera infancia, la educación, la ciencia , tecnología e innovación, la competitividad, el desarrollo social y el medio ambiente, hacen de esta agenda, la hoja de ruta adecuada para superar los principales retos a los que Colombia se debe enfrentar durante el siglo XXI.

El llamado es entonces a que conjuntamente, construyamos una sociedad más justa, más inclusiva y más responsable. Participemos todos. Vigilemos la manera como se diseñan y se piensan las macropolíticas que determinarán las ejecuciones futuras en cada uno de esos seis campos. Hagamos veeduría a la forma como ellas se ejecutan, independiente de el partido o la agrupación política que elijamos como ejecutora. Y también participemos activamente en la evaluación de sus resultados.

Solo así, la Risaralda que recibirán nuestros hijos y nietos nos permitirá reconocernos gestores de un futuro adecuado para esas generaciones. Solo así habremos cumplido con responsabilidad nuestro papel como ciudadanos activos y comprometidos con el bienestar de quienes nos sucedan.
Por eso, los invitamos a conocer más de este proceso.

Publicado en La Tarde el 13 de diciembre de 2011 en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/52472-risaralda-se-moviliza.html

martes, 6 de diciembre de 2011

Todos a marchar


Columna La Tarde
Fundación Kíos

Todos a marchar

Hoy se ha convocado una jornada de manifestación popular contra las FARC, motivada por el más reciente asesinato de cuatro militares secuestrados que llevaban más de una década en cautiverio. Esta no puede ser vista como una simple marcha más, ni mucho menos como un acto aislado. Debe ser asumida, como una oportunidad significativa para reiterar la posición del pueblo colombiano frente al conflicto interno del país y frente a la violación permanente de los principios más puros del DIH y de los Derechos Humanos por parte de ese grupo terrorista.  

Son muchos los actos deplorables que engrosan la lista de barbaries cometidas por la FARC, incluyendo el reclutamiento forzado de menores, la utilización de minas antipersonales, la violación de mujeres y niñas, la construcción de campos de concentración y el secuestro político y extorsivo como mecanismo de presión. Sin embargo, la actual coyuntura de esta organización armada está marcada por su debilitamiento militar y el aislamiento político en el plano nacional e internacional lo que le ha representado perder cualquier margen de influencia o maniobra en múltiples ámbitos y escenarios. Por eso, una marcha multitudinaria puede significar un golpe adicional, mucho más si ésta se produce luego de los impactos más contundentes y certeros que le han sido propinados por nuestras fuerzas militares en los últimos años. 

Así mismo, esta jornada de movilización ciudadana envía un mensaje claro de respaldo a nuestros infantes de marina y soldados por sus acciones heroicas y valerosas. En ningún momento se puede poner en duda su compromiso con la democracia y el Estado de derecho, pues ellos son los que diariamente se enfrentan a los rigores del conflicto e incluso ofrecen su vida por la tranquilidad y la convivencia ciudadana. Achacarles algún grado de responsabilidad o incluso sugerir algún grado de omisión en la masacre infame de los secuestrados, es desconocer, por completo, la historia y el prontuario de las FARC, así como el importante rol de nuestros hombres frente al accionar de los grupos armados al margen de la ley. 

Contrario a lo que algunos ciudadanos puedan creer, la marcha de hoy puede ser considerada como un hito político clave en la búsqueda de una solución definitiva al conflicto armado. Por eso, hay que cohesionarnos en torno a un solo grito y sola voz. Ojalá que las FARC y su nuevo mando, entiendan que hoy no tienen ningún grado de representatividad y aceptación, en ningún círculo político ni en ningún sector de la sociedad colombiana. Aún a pesar de que sigan portando en sus camuflados ilegales las palabras “ejército del pueblo”. 

Publicado en La Tarde del 6 de diciembre de 2011 en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/52102-todos-a-marchar.html

domingo, 4 de diciembre de 2011

Un triunfo doloroso


Columna de opinión
Meden Agan

Un triunfo doloroso

El próximo 6 de diciembre Colombia se movilizará nuevamente para demostrar su repudio contra el vil fusilamiento de los policías secuestrados por las FARC. Seguramente, el país protagonizará una nueva manifestación masiva y la comunidad internacional se fijará de nuevo en nuestro país para solidarizarse con el clamor popular.

Sin embargo, contrariamente a lo que piensa y siente la mayoría de los colombianos hoy, la cobarde masacre de los cuatro plagiados representa un triunfo tan significativo para el gobierno como las operaciones Jaque, Sodoma u Odiseo. No por la afortunada esperanza que nos dejó la valiente fuga del sargento Erazo, sino por lo que se puede leer entre líneas de la muerte de los cuatro, hoy declarados, héroes de la patria.

El asesinato de Duarte, Hernández, Martínez y Moreno, además de ser un hecho violatorio de cualquier marco normativo aplicable en nuestro país, e incluso a nivel inter y supranacional, debe interpretarse como una muestra de que las Fuerzas Armadas, no solo están ganando definitivamente la guerra debido a la eficiencia de los golpes militares atestados sobre las filas enemigas, sino también porque la guerrilla a la cual enfrentan demostró con el asesinato atroz de los miembros de la fuerza pública, que su estrategia es presa de la desesperación, mala consejera en la partida de ajedrez que juegan contra el Estado durante ya casi medio siglo.

Un total de 26 canjeables han muerto en cautiverio a causa de las cobardes balas de sus captores. Esto es una muestra irrefutable, no solo de la barbaridad con que la guerrilla quiere afrontar el pulso contra un Estado cada vez más fuerte e inteligente, lo que les ha hecho perder la cercanía con la sociedad civil que hace no mucho creyó en sus reivindicaciones, sino de su torpeza estratégica. Los subversivos hoy están acorralados, asustados y confundidos como nunca antes.

Si en algún momento las FARC tuvo margen de negociación ante el gobierno colombiano fue cuando muchas de las voces públicas conocedoras de la historia del conflicto armado e incluso algunas autoridades internacionales, pusieron sobre la mesa imaginaria de negociación la posibilidad del llamado canje humanitario, posibilidad que se diluye poco a poco en la medida en que las ‘piezas’ que permitían a los subversivos acceder a esa posibilidad han sido liberadas y rescatadas por el Ejército, o vilmente asesinadas por sus propios captores. La muerte del coronel, el mayor, el sargento y el intendente mina aún más las posibilidades de una salida negociada al conflicto que favorezca en algún mínimo sentido las pretensiones, ya indescifrables de las FARC, porque ya no tienen con qué presionar al establecimiento. Perdieron la guerra en el escenario militar, y se están suicidando en el político y estratégico.

Hoy el Ejército empieza a inclinar a su favor la balanza del conflicto porque cada vez son menos las regiones que se escapan a su control, porque ha sido supremamente exitoso en demostrar que los jefes guerrilleros no están seguros en ninguna montaña del país, ni siquiera en las de los vecinos, y están condenados a morir o a ser capturados. La balanza, como nunca antes, favorece al gobierno porque los hechos recientes demuestran que políticamente la guerrilla perdió el apoyo popular que alguna vez le permitió cierta interlocución en escenarios de poder legal, gracias a la equivocada percepción ciudadana que creía en unos ideales de izquierda que pretendían representar los bandoleros.

Timochenko y Márquez caerán. La tendencia que se observa en la historia reciente del conflicto así lo predice. El reto ahora debe llevar al gobierno de turno y los que le precedan, a superar la obsesión de achacar al conflicto armado todos nuestros males, sin dar el brazo a torcer en temas de seguridad nacional que permitan, con el tiempo, eliminar las motivaciones que podrían llevar a un campesino a vincularse a una guerrilla paleolítica a la cual, no solo sus discursos retrógrados sino sus desesperados actos militares terminaron por derrotar.

Hoy afortunadamente, ni Colombia es tan pendeja, ni los guerrilleros tan estratégicos como antes.

Imagen tomada de http://www.educweb.org/webnews/ColNews-Sep09/Spanish/Articles/Noticiasdesdeelinfierno.html

sábado, 3 de diciembre de 2011

Pobreza analítica


Columna de opinión
Gnothi Seauton

Pobreza analítica

Ayer jueves primero de diciembre, El Tiempo publicó el análisis titulado ¿Cómo sentar a las Farc a negociar? escrito por el señor Pedro Miguel Vargas, subeditor del diario económico Portafolio. El artículo es una muestra fehaciente más, de las muchas y continuas que aparecen en los análisis y opiniones alrededor del Conflicto Armado Interno, CAI, colombiano, de lo que desde aquí hemos considerado una grave y preocupante incomprensión de lo que realmente significan hoy las Farc para Colombia.

Veamos, en el artículo en mención, dónde se evidencia dicha incomprensión:

En primer lugar, aunque esto resulta secundario, el título del artículo no se compadece con lo que termina ofreciendo. Antes que intentar resolver el "cómo sentar a negociar a la organización insurgente", el señor Vargas nos ofrece una recopilación de la teoría de negociación de conflictos que ha expuesto con mucho éxito comercial el profesor de Harvard, Roger Fisher y sus colaboradores en el proyecto de negociación de esa prestigiosa universidad estadounidense. El problema acá es que los tips que nos recuerda Vargas resultan ser claves útiles para el momento de la negociación misma. Así, el título del escrito debería ser algo parecido a "Una vez estén sentadas en la mesa, ¿cómo negociar con las Farc?".

Sus consejos poseen un carácter limitado a lo metodológico. Negociar es un arte y poseer la experiencia y la habilidad para llevar a puerto seguro una negociación, resulta fundamental para el éxito de cualquier empresa. Pero los aspectos estratégicos, es decir de fondo, que condicionan verdaderamente el inicio, desarrollo y desenlace de unas negociaciones, pasan marginalmente por la metodología. Por encima existen unas realidades incuestionables y testarudas que son verdaderamente las que determinan, por ejemplo, si en el caso de las Farc, se sientan o no a negociar.

En segundo término, durante la sección de su artículo titulada Un proceso bien llevado, Vargas señala que es una insensatez, casi una necedad, solicitar como precondición a cualquier negociación con las Farc, que éstas unilateralmente detengan todas su acciones armadas, porque esta acción, cuando ha sido implantada al inicio de las negociaciones, ha terminado siendo contraproducente en otras experiencias. Recomienda entonces que sea al final del "proceso, cuando ya está casi todo acordado para una desmovilización final". Esta observación deja por fuera la franca realidad actual del CAI colombiano. Después del fracaso de El Cagüán, las Farc fueron derrotadas en la arena política. Al interior del país, su ya de por sí mancillada popularidad, nunca llegaría a superar el margen de error en las encuestas de favorabilidad. Y con los continuos golpes militares al grupo insurgente especialmente durante la segunda mitad de la década pasada, entre los que se destacan las bajas de Reyes, Jojoy y Cano, la Operación Jaque y la muerte natural de su máximo líder, Tirofijo, la superioridad militar del Estado frente al grupo guerrillero ha quedado clara.

Militarmente las Farc no han sido derrotadas y debido a factores como el narcotráfico dicho objetivo resulta casi imposible de obtener. Pero que no queden dudas: políticamente su sitio no es otro que el hades. En su afán por justificar la necesidad sine qua non de la negociación, Vargas pierde de vista la realidad y de alguna forma asume que las relaciones actuales de poder entre Estado y Farc son similares o incluso idénticas. Por ello no puede vislumbrar una forma, no perfecta pero aceptable, de llevar a cabo un cese al fuego que se adapte a nuestras condiciones presentes y es la de las zonas de concentración, en donde quienes se van a desmovilizar se reúnen en un lugar específico concertado con el gobierno y éste se encontraría bajo el tutelaje de la Fuerza Pública. Por supuesto, y es el problema inicialmente señalado del documento de Vargas, esto hace parte de la mecánica. La pregunta de fondo, como lo indica el título de su artículo, radica en cómo hacer que se sienten a negociar y esto es lo que no resuelve y ni siquiera trata el autor.

Un paréntesis. Esta pobreza analítica se desprende en buena medida de un vicio recurrente de los analistas colombianos e internacionales y es el apego enfermizo y limitativo a las declaraciones y discursos de los protagonistas del acontecer mundial. En uno de los pasajes de su pieza, Vargas nos recuerda las palabras del presidente Juan Manuel Santos sobre la búsqueda de "una paz digna, duradera y real", para indicarnos de manera contundente que la obtención de ésta "sólo (será posible) si hay una salida a través del diálogo" y dicho diálogo, obviamente, será aquel desarrollado bajo las formas y condiciones que él plantea. Si estos comentaristas abordasen el estudio de la estrategia, la historia y la política, sus reflexiones irían más allá de observaciones a las entelequias de los discursos de los protagonistas que tienen por objetivo, en la mayoría de las veces y totalmente comprensible, congraciarse con la opinión pública.

Finalmente, entrando en el terreno de la especulación, debe señalarse que lo más preocupante y peligroso de este análisis es que propone como premisa que en el Conflicto Armado Interno colombiano no hay "buenos" ni "malos". No se trata de enarbolar posiciones maniqueas, simplistas y radicales, sino reconocer la existencia de una superioridad moral de uno de los bandos y, por decir lo menos, la franca decadencia del otro. Equiparlos no tiene razón de ser.

Esta visión alejada de la realidad, por supuesto no es exclusiva del señor Vargas. Solamente el día miércoles de esta semana, en las páginas editoriales del mismo diario, el exprocurador, exfiscal y exprecandidato presidencial Alfonso Gómez Méndez, publicó en su columna, Hay que parar la barbarie, planteamientos que reflejan las mismas dolencias analíticas que la pieza del subeditor de Portafolio. Es decir, un divorcio entre las apreciaciones realizadas y la realidad tozuda.

Lo que causa desasosiego profundo es que este tipo de planteamientos, como puede observarse, pululan al interior de la actual clase dirigente colombiana. Gómez Méndez ha ocupado las dignidades de control más importantes del país y Vargas influye en el contenido y dirección de una de las publicaciones económicas líderes en el mismo.

¿Cómo sentar a las Farc a negociar? El camino es el de la última década. Permanente presión militar permitiendo posibles espacios de negociación pero entendiendo que estos, de existir, lo harían bajo las premisas del Estado y la sociedad colombiana. Asimismo resulta neurálgico asimilar que la desaparición de las Farc no resuelve los gigantescos retos que tiene pendiente Colombia para construir y consolidar un país moderno. Las Farc hoy por hoy no representan ningún desafío estratégico a la nación colombiana.

martes, 29 de noviembre de 2011

La crisis en EUA y los medios en Colombia


Columna de opinión
Gnothi Seauton

La crisis en EUA y los medios en Colombia

Frustrante y preocupante el cubrimiento que hace el diario El Tiempo en sus páginas editoriales a la campaña política estadounidense y a la situación en general que se vive allá, porque el equilibrio informativo y de opinión brilla por su ausencia. El columnista que tiene de cabecera, el periodista Sergio Muñoz Bata, no hace el más mínimo esfuerzo por esconder su clara preferencia por el partido demócrata y el presidente de esa misma afiliación, Barack Obama, y su desdén hacia los republicanos en general.

Por ejemplo, en su columna del hoy De frustraciones e ineptitudes, Muñoz Bata indica que "sólo el 9% de los ciudadanos aprueban la manera en la que el Congreso se conduce" sin dejar en claro dos factores críticos para entender adecuadamente la situación política actual en el país del norte.

El primero es que de las dos cámaras existentes en ese Congreso, los republicanos dominan una, la Cámara de Representantes, y los demócratas la otra, el Senado. Es decir que ese 9% de descontento de la opinión pública no va dirigido exclusivamente en contra de los republicanos. Los demócratas casi que en igual medida comparten el oprobio de los votantes tal como se evidencia en una medición de Gallup en la que se pregunta a los encuestados quién cree que tiene más culpabilidad en el fracaso del Supercommittee que debía obtener un acuerdo para mejorar la situación de la deuda estadounidense, a lo que el 55% respondió que ambos partidos compartían la responsabilidad en idéntica medida.

En segundo lugar debe tenerse en cuenta que la actual crisis norteamericana no ocurre porque exista un bando maligno e insensible, conformado entre otros, según las propias palabras de Muñoz Bata, por personajes como Grover Norquist, poderoso lobbista en Washington contrario al aumento de impuestos y el Wall Street Journal de Rupert Murdoch que sencillamente "abogan por más recortes a programas sociales y menos impuestos a los ricos". Estas aseveraciones además de contar con una poderosa carga ideológica son considerablemente debatibles.

Así como la posición de Norquist puede llegar a considerarse como propia de un radical creyente en poseer absolutamente la verdad, se puede alzar la misma crítica de quienes afirman que imponer más impuestos a los ricos, el famoso uno por ciento que combaten los ocupantes de Wall Street, es un deber moral y cívico. En la lucha por solucionar el grave problema de la deuda pública de los Estados Unidos caben opciones no tan radicales como las arriba plateadas con tanto fervor ciego. Como lo señala Charles Krauthammer en su editorial en el Washington Post The Grover Norquist tax mith, la solución yace en comprender que "aumentar el recaudo (del gobierno federal) por medio de una reforma (de la estructura) impositiva es mejor que simplemente aumentar las tasas, algo que los demócratas insisten con fervor casi religioso".

Reformar esa estructura comprende la eliminación de las famosas exenciones las cuales se caracterizan por ser impulsadas por los poderosos lobbies, que a su vez son contratados por las personas o empresas con mayor poder adquisitivo, y la reducción significativa de programas o derechos, los cuales en muchas oportunidades, también son asignados siguiendo los consejos de los lobbistas antes que las evaluaciones adecuadas de sostenibilidad financiera y apropiada necesidad. Como bien puede observarse esta solución resulta más desafiante para todos los actores del sistema y pareciera ser no percibida por una buena parte de la opinión pública. Una razón residiría en la misma complejidad del código impositivo norteamericano. Según Political Calculations, cuenta con 72.536 páginas, a julio último y para el 2012 contará con aproximadamente 75.000.

Muñoz Bata también señala a los republicanos como practicantes asiduos y perversos de los lobby y señala el caso de Jack Abramoff, lobbista registrado a ese partido y que fue el centro de un gran escándalo durante la administración de George W. Bush. Lo que no atina a mencionar el periodista mexicano residente en la costa oeste estadounidense, es que el sistema de lobby en Washington lo conforman tanto demócratas como republicanos gracias, en buena parte, a la existencia de una puerta giratoria entre el Congreso y las firmas de lobby. Así, quién pierde su escaño en las elecciones, renuncia o debe hacerlo, o es expulsado del Congreso, puede pasar al lado de las firmas de lobby sin ningún problema real. Esta es una situación que afecta por igual a demócratas y republicanos.

Después de las elecciones de mitaca de 2010, según los datos de Center for Responsive Politics, de los 120 senadores y representantes que abandonaron el Congreso, el 33,8% consiguió trabajo en firmas de lobby. Quizás para sorpresa de Muñoz Bata, 25 fueron demócratas y 7 republicanos. Por supuesto que en esas elecciones los perdedores fueron los demócratas, pero en la Casa Blanca se encuentra de inquilino un copartidario de estos y por lo tanto son más apreciados por las firmas los lobbistas con contactos cercanos a la Oficina Oval y al Senado.

Un estado de cosas similar, pero esta vez favorable a los republicanos, se encontró en 2005, en un informe de Public Citizen, que señalaba que entre 1998 y ese año, el 52% de los republicanos que abandonaron el Congreso se habían dirigido hacia el lobby, mientras que esto sólo lo hacía el 33% de los demócratas en la misma situación. Agregaba el informe lo no tan obvio. No era la maldad o la ambición desmedida la que creaba este escenario, sino que bajo una administración republicana, la de W. Bush, los lobbistas demócratas no eran muy apetecidos por sus no tan amplios contactos con los centros de poder del momento.

El problema no es tanto de azul o rojo. Sino de la forma como están funcionando las cosas en Washington desde hace varios años. La crisis actual de la deuda, que es una de las razones centrales por la cual los norteamericanos se encuentran tan enfadados con sus representantes se debe a que hay un serio corto circuito en el sistema con potenciales mayores consecuencias. En su entrevista con Lesley Stahl en 60 minutes, Abramoff urgió por una radical reforma que elimine de por vida la posibilidad de cruzar esa puerta giratoria, diciendo:

“When you are done, go home. Washington is a dangerous place. Don't hang around”.

Acá no se objeta que los columnistas y analistas cuenten con sus opiniones y las muestren de manera transparente a los lectores, pero sí resulta preocupante que un diario que se precia de liberal y abierto no cuente en sus páginas con colaboradores que soporten otras tendencias, puesto que, como se puede observar del análisis arriba planteado, la situación actual que se encuentran viviendo los Estados Unidos es una caracterizada por la complejidad y resulta de poca seriedad equiparar discursos de campaña altamente ideologizados con estudios equilibrados e imbuidos en la mayor de las objetividades posibles.

Sólo quedaría resaltar que este no es un mal exclusivo de El Tiempo. De hecho es el único medio de comunicación de gran influencia en el país que cuenta en su nómina con un columnista que trata de manera permanente la coyuntura en Estados Unidos. Una muestra más de la gran desconexión que existe entre Colombia y la gran aldea global.

Imagen tomada de: http://blogdelmedio.com/2008/12/17/crisis-en-estados-unidos-hunde-el-negocio-del-periodismo-escrito-convocan-de-urgencia-a-duenos-de-los-diarios/

Déjà Vu


Columna La Tarde
Fundación Kíos

Déjà Vu

Ayer se inauguró en Durban, Suráfrica, la decimoséptima conferencia de seguimiento a los compromisos adquiridos por los 193 países firmantes del Protocolo de Kioto, referidos obviamente, al cambio climático.

Más allá de ser un escenario de encuentro político en el que se podrían tomar decisiones fundamentales frente a la amenaza del cambio climático, esta reunión es especialmente importante, así suene reiterativo, porque el primer período del compromiso establecido en Kioto caduca a finales del año entrante. Por tanto, una de las expectativas principales, tal como lo anunciaron los discursos de apertura de la Conferencia, es poder llegar en Suráfrica a acuerdos importantes para avanzar en la renovación del Protocolo y en la vinculación efectiva de más países al mismo.

Otro de los objetivos principales de la reunión de Durban es la ejecución de un Fondo Verde para el Clima, como un mecanismo financiero que permitiría recaudar 100.000 millones de dólares para el 2020. Ya la decisión 1/CP16 de la anterior reunión en Cancún había creado el Fondo que debería ser gobernado por una junta de 24 miembros, pero las decisiones del Comité de Transición encargado de su diseño detallado no se han aplicado aún en su totalidad.

Pero en la conferencia inaugural, el presidente surafricano, Jacob Zuma, hizo un llamado de atención que bien puede servir de ejemplo para el diseño de políticas públicas en Colombia, independiente de cual sea su área: “el cambio climático ya no es solo un desafío medioambiental, sino un desafío para el desarrollo”.

Y digo que es especialmente relevante esta afirmación porque un país que, como consecuencia del cambio climático, la ineficiencia administrativa, la crisis de infraestructura y la prevalencia de conductas individuales no amigables con el medio ambiente, tiene hoy 11 troncales viales principales colapsadas, 33 vías secundarias con complicaciones y 2.600 tramos rurales destruidos, como cita la última revista Semana, no puede pensar en sendas superiores de desarrollo económico, resueltas a través de mayores niveles de competitividad.

Sin embargo, el informe detallado de la revista Semana afirma que “de las 4.250 obras que se aprobaron para mitigación de los efectos de las lluvias -por 1,65 billones de pesos- 400 ya están terminadas, 680 están a punto de terminar y la inmensa mayoría llevan más de la mitad del trabajo”, lo que implica incluso una ejecución más alta de aquella a la que nos tienen acostumbrados a los colombianos en ciudades como Bogotá, cuya malla vial reproduce muchos de los males de la planeación nacional.

Si bien los gobiernos nacionales, locales y las instituciones supranacionales deben garantizar la construcción de acuerdos políticos y económicos en torno al cambio climático, los ciudadanos debemos entender que eso no es suficiente, como lo demuestra, por lo menos para el caso colombiano coyuntural referido a la construcción de obras para la mitigación de los efectos de esta segunda ola invernal, la alta ejecución presupuestal del gobierno Santos.

El aumento de las lluvias a nivel global obedece a una intervención desmedida del hombre sobre el medio ambiente, generando entre muchas otras consecuencias nefastas, el calentamiento global y el cambio climático. Sin una cultura ciudadana que haga menos invasiva nuestra existencia en este planeta, no habrá dinero que pueda garantizar la sostenibilidad ambiental. En este escenario, temas como la competitividad, se vuelven irrelevantes, porque solo podrían ser competitivos quienes viven, o mejor, quienes sobrevivan.

Ojalá en un año no tengamos que escribir, otra vez, el mismo artículo.

Publicado en La Tarde el 29 de noviembre de 2011 en  http://www.latarde.com/opinion/columnistas/51759-deja-vu.html

domingo, 27 de noviembre de 2011

Inglaterra y Turquía: oportunidades y lecciones


Investigación- Política Exterior y Defensa Nacional
Alejandro Ramírez Restrepo

Inglaterra y Turquía: oportunidades y lecciones

Surgen dos comentarios puntuales sobre la reciente gira europea hecha por el Presidente Juan Manuel Santos y su canciller María Ángela Holguín, adicionales al señalamiento de los logros evidentes que ha dejado el viaje en los campos político, diplomático, comercial, de relaciones públicas y seguridad.

Los estadistas exitosos se caracterizan, en buena medida, por maximizar las oportunidades que su momento histórico les depara. Los británicos han sido asiduos practicantes de la Realpolitk y se encuentran en una permanente búsqueda de la satisfacción de sus intereses nacionales. Bajo está óptica es que el gobierno inglés se ha "nuevamente enamorado" de Latinoamérica, como lo resalta  The Economist en su artículo Canning´s ghost, y desde ya hace algunos años viene realizando diferentes tareas que buscan, además de aumentar significativamente el casi estéril comercio existente entre la región y el Reino Unido, reconocer los movimientos geopolíticos que se vienen dando en el planeta, siendo uno de ellos, el alto dinamismo económico de países como Brasil, Argentina, Chile y Colombia, así como su correspondiente nuevo peso específico en la arena internacional.

El presidente colombiano ha identificado la oportunidad. En sus declaraciones a los medios ha dejado entrever que  los ingleses se encuentran muy interesados en Colombia y queda la sensación, para el ojo inexperto, que el fortalecimiento de las relaciones entre Bogotá y Londres es un fenómeno aislado, antes que una tendencia en la región, promovida por los propios británicos. Por supuesto, esto no tiene absolutamente nada de infame. Obviamente el mandatario busca sumar puntos ante la opinión pública nacional, pero lo sinceramente notorio es la identificación de una ocasión y su aprovechamiento para los intereses nacionales, que como se ha observado durante la última semana, parece ser que no los asemeja exclusivamente con asuntos comerciales y de inversión, sino con el impulso de agendas particulares y de mucho vuelo, como el tema de las drogas.

En segundo lugar, debe manifestarse que por medio de las relaciones internacionales y su estudio, se pueden recopilar experiencias provechosas y negativas para así sacar conclusiones y obtener consejos sobre qué camino tomar y cómo andarlo. La reciente inauguración de la embajada colombiana en Ankara puede ayudar también a Colombia en la recopilación de información vital sobre cómo proyectar poder e influencia nacional a nivel regional e incluso global.

Turquía hace parte con Colombia de lo que algunos expertos e inversionistas internacionales han denominado los CIVETS, economías emergentes y vibrantes, de notables dimensiones y con poblaciones jóvenes. El término hace referencia casi exclusiva a los asuntos relacionados con la economía de estas naciones, pero desde un punto de vista práctico, deben desprenderse también serias implicaciones geopolíticas.

El gobierno de Ankara, que es el lejano sucesor del otrora poderoso y basto Imperio Otomano se ha convertido en un jugador influyente en numerosos temas: las relaciones entre Europa y el Próximo Oriente, el conflicto árabe-israelí, el Irán nuclear, la presencia de los Estados Unidos en la zona, especialmente en Irak y más recientemente en los desarrollos de la denominada Primavera Árabe. Su rol ha sido muy significativo en la actual crisis siria, su vecino en el sureste.

Pero, ¿cómo construyó Turquía su decisiva influencia en los asuntos del gobierno de Damasco?

Simon Tisdall indica en  The Guardian, en su artículo Turkey has a key role in Syria - now and in the future, que:

“Until the uprising tore apart old certainties, the Turkish prime minister, Recep Tayyip Erdogan, had invested considerable capital in improved ties with Syria, with which Turkey almost went to war in the 1990s. A turning point came with the 2004 free trade agreement. This interdependence now gives Turkey significant economic leverage. Ankara has already imposed unilateral sanctions and is considering additional measures including a cut in electricity supplies”.

Turquía se encuentra en una verdadera posición de poder para mantener estas sanciones y hacer creíble cualquier futura acción, gracias a su respetable capacidad militar. Los turcos afrontan serias amenazas al interior de su territorio, representadas especialmente en el grupo armado PKK, Partido de los Trabajadores de Kurdistán en turco, pero el grueso de su poder está concebido y predispuesto para la acción regional e incluso extraregional. En la década de los 80 se inició un profundo plan de modernización, todavía en proceso, que busca, entre otros, producir los equipos que demande con tecnología propia, y desde 1952 es miembro activo de la alianza militar más importante sobre la tierra: la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Quizás afortunadamente, Colombia no se encuentra ubicada en una región tan inestable y peligrosa como Turquía, pero alrededor de ella han existido, y todavía persisten, potenciales amenazas que pueden hacer peligrar al Estado colombiano. Esta reflexión no es un llamado a la guerra ni a una desorganizada carrera armamentista, pero sí se busca resaltar que la proyección de poder se sustenta sobre los aparatos armados. En tiempos de paz y estabilidad éstos pueden parecer innecesarios, pero en tiempos de crisis es cuando más se les extraña. El comercio, el derecho internacional y la opinión pública global son herramientas que deben ser exprimidas por los líderes nacionales. Asimismo las fuerzas armadas deben existir y estar preparadas para afrontar los peores escenarios posibles.

martes, 22 de noviembre de 2011

¿Cómo vamos en Pereira?


Columna La Tarde
Fundación Kíos

¿Cómo vamos en Pereira?

La semana pasada se dieron a conocer los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana realizada por el Programa Pereira Cómo Vamos en el 2011.

Esta medición arroja algunos datos sobre el clima de opinión en la ciudad y permite obtener un balance general sobre la valoración que hace la comunidad respecto de las políticas desarrolladas por la actual administración municipal. Así mismo, los resultados pueden servir como insumo para la construcción del próximo Plan de Desarrollo, el cual deberá recoger todas las aspiraciones y demandas colectivas para construir las bases del desarrollo futuro de la ciudad y su entorno metropolitano.
 
Uno de las principales conclusiones de la Encuesta hace referencia a la sensación de optimismo y satisfacción generalizada del pueblo pereirano, así como del orgullo que se siente por la ciudad. Ello se complementa con la percepción positiva que tiene la ciudadanía sobre los servicios públicos, el transporte, la educación y la salud. En materia de infraestructura urbana, los pereiranos opinan que la ciudad es un buen lugar para vivir, debido a la existencia de condiciones favorables para la movilidad y la progresiva satisfacción de las necesidades básicas de la comunidad.

No hay duda de que este sentimiento de confianza, reposa, en alguna medida, en la gestión del alcalde saliente, el cual tiene una alta favorabilidad, incluso superior a la media obtenida por los mandatarios de las ciudades intermedias colombianas que hacen parte de la Red Cómo Vamos. Pese a ello, el desempleo sigue siendo el gran lunar de las políticas públicas municipales. La ausencia de ingresos estables en gran parte de las familias, unida al crecimiento galopante de la informalidad laboral, son fenómenos preocupantes en una ciudad en la que la oferta de puestos de trabajo es precaria e insuficiente.

Las mediciones de percepción pueden ser interpretadas de múltiples formas según la arista con la que se miren. No obstante, tienen el gran mérito de identificar las preferencias ciudadanas presentes en la agenda pública con el fin de que éstas puedan ser incluidas en las agendas de gobierno de los tomadores de decisiones. El próximo alcalde de la ciudad debe reconocer que avanzar hacia el desarrollo equitativo y el buen vivir requiere implementar una estrategia audaz contra el desempleo, que involucre la participación del sector privado, las organizaciones civiles y la academia, en el marco de políticas de fomento al emprendimiento, la innovación, la cualificación de la mano de obra, la competitividad y el aprovechamiento de los factores productivos regionales.

Publicado en La Tarde el 22 de noviembre de 2011 en  http://www.latarde.com/opinion/columnistas/51448-como-vamos-en-pereira.html

domingo, 20 de noviembre de 2011

Consideraciones de un viaje


Investigación- Política Exterior y Defensa Nacional
Alejandro Ramírez Restrepo

Consideraciones sobre un viaje

Cuando Barack Obama se convirtió en el cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, una buena parte del planeta respiró aliviada debido a que suponía que a la Casa Blanca llegaban aires propios de la modernidad, el multilateralismo y el entendimiento global culto y sensato. Los días en que George W. Bush y su banda de neo-conservadores azotaron al mundo con su visión egoísta, ignorante y despreciativa hacia las complejidades y diversidad del planeta llegaban a su fin. 

Cuando el Air Force One aterrice este fin de semana en la base Andrews, cerca a Washington, D.C., trayendo al presidente de su gira por el Pacífico, Australia y el Sudeste Asiático, descenderá un mandatario que, más allá de su imagen, ha ido construyendo una política exterior signada por más elementos propios de la Realpolitik que del idealismo puro.

Reconociendo los límites del poder americano en el siglo XXI, después de las intervenciones de su país en Afganistán e Irak principalmente, el presidente de los Estados Unidos ha venido delineando un accionar político que busca hacer verdadero contrapeso a las ambiciones y aspiraciones globales de la China continental, construyendo una especie de cerrojo sobre ella y que, por lo que se puede desprender de declaraciones de altos funcionarios del país asiático, entre las que destacan las del Primer Ministro Wen Jiabao, genera serias preocupaciones, o por lo menos algunas molestias, en los círculos del poder chino. 

Mientras Obama se preparaba para salir de Hawai, de la serie de reuniones de la APEC (foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico), que presidió en su estado natal, hacia Australia, en el senado de los Estados Unidos el secretario de defensa, Leon Panetta, reconvenía al senador de Arizona, ex candidato presidencial republicano en 2008, John McCain, por pasar en alto la calidad de democracia soberana del Estado iraquí. La salida completa de las tropas norteamericanas, señalada para el 31 de diciembre de 2011, es producto del respeto de Washington hacia la independencia de Bagdad y el respeto de sus necesidades.

Más allá de este planteamiento legalista, los analistas pueden extraer el real efecto de dicha salida. La atención de los Estados Unidos ahora se dirigirá hacia regiones que poseen mayor peso estratégico, siendo una de las prioritarias, sino la más, el Asia-Pacífico. Un movimiento profundamente transformativo de la alta política internacional y la geoestrategia global.

En Australia anunció el uso de bases en territorio de este país; en Bali, Indonesia, donde se convertirá en el primer presidente estadounidense en atender la conferencia de países del Este Asiático, se reunió separadamente con el Primer Ministro de la India, Manmohan Singh y los presidentes de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, y Filipinas, Begnino S. Aquino, III. Además de los temas particulares de las agendas bilaterales, Obama y los líderes de estos países manifestaron en lenguaje abierto y sin ambivalencias de ningún tipo, lo positivo y necesario de contar con los Estados Unidos como actor dinámico y participativo en la región.

En términos diplomáticos el hecho anterior no es de poca monta debido a la íntegra competencia existente entre la China e India y a los más recientes desencuentros entre Beijing y los gobiernos de Manila y Jakarta, especialmente por la soberanía en las aguas del Mar de la China Meridional, ricas en hidrocarburos y otros bienes minerales. 

El presidente Obama agregaría en su gira el anuncio de la visita de su secretaria de estado, Hillary Rodham Clinton a Myanmar, nación que hasta hace sólo unos meses se encontraba plenamente alineada a los intereses chinos. Ahora con la salida del poder, por lo menos nominalmente, de los militares y la liberación de la premio Nobel de la Paz, Daw Aung San Suu Kyi, los Estados Unidos se encuentran dispuestos a aliviar las relaciones entre los dos países, buscando el fin, en palabras de Obama, de "la persecución de los reformistas democráticos, la brutalidad mostrada en contra de las minorías y la concentración de poder en manos de unos pocos militares".

Por supuesto, las motivaciones obvias van más allá de las arriba enunciadas y pasan por la ubicación geográfica de Burma (como también es conocida esta nación) entre India y China, donde la segunda viene planeando desde hace varios años la construcción de un oleoducto estratégico que le permitiría transportar crudo proveniente desde el Golfo Pérsico directamente a la provincia interna de Yunnan, sin tener que pasar por el Estrecho de Malaca, y la existencia apreciable de petróleo y, especialmente, gas.

Como bien se puede observar, sin ser única prueba, la gira por la región del Océano Pacífico de Barack Obama señala que el mandatario que llegó al poder sobre una plataforma ideológica típica wilsoniana, distinguida por un celoso resguardo de premisas morales, humanistas y universales y el respeto incólume al derecho internacional, ha terminado intuyendo, identificando y, lo más valioso, actuando bajo premisas indudablemente más rústicas y menos nobles y altruistas que las del presidente Woodrow Wilson, como lo son el miedo (phobos), el interés propio (kerdos) e incluso el honor (doxa).

Estas tres últimas las encontramos constantemente guiando a los líderes virtuosos anteriores a Obama cuando sus sociedades debieron resistir los retos más sublimes. Hoy, cuando los Estados Unidos deben encarar múltiples y directos desafíos a su liderazgo y a sus intereses nacionales, la clave para lidiar con esta situación no yace en desconocer las realidades que se desprenden de los temores, intereses y el honor estadounidense, sino reconociéndolos y apropiándoselos para así obtener el resultado más apto. 

La política de la administración Obama hacia China no será perfecta pero debe reconocerse que ha enfrentado este lance hacia los Estados Unidos sin romanticismos manidos ni desconocimiento de las limitaciones y fortalezas, tanto propias como ajenas. Esto puede ser decepcionante para muchos de los que lo eligieron y apoyaron porque tenían esperanzas idílicas de cambio en la política internacional. Pero en definitiva, debe afirmarse que el presente accionar resulta ser responsable y sabio.          

Imagen tomada de http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=449255&Itemid=1