domingo, 30 de diciembre de 2012

Kíos fin de año (I)


Balance 2012
Fundación Kíos

Enfermedad del año

Petroesclerosis
Bogotá sufre una lenta y penosa enfermedad, que solo ha tratado de ser curada con la ‘morfina’ de las declaraciones de su Alcalde Mayor. No obstante, a pesar de los anuncios y de las buenas intenciones, la capital se está deformando. Poco a poco, ha dejado de ser un buen lugar para vivir para convertirse en una urbe caótica y desordenada, sin planeación ni dirección. Si bien es cierto que el Alcalde ha demostrado inteligencia y capacidad, sus aspiraciones políticas han eclipsado su talante. Por andar pensando en la Presidencia, se olvidó de gobernar la capital. Puede que este balance sea aún apresurado, pues nos restan tres años de mandato. No obstante, creemos que es este el momento de enderezar el rumbo.

Cáncer prostático
Junto con la Corte Internacional de Justicia, la próstata se configuró en el órgano del año. Su comportamiento, afectó severamente al alto gobierno. La próstata afectó casi al tiempo al presidente de la República y a su vicepresidente y agitó un debate poco común en el país: ¿es la salud de los altos personajes del Estado colombiano uno de interés privado o público? Como siempre y en todas partes, estos episodios fueron aprovechados políticamente. La transparencia y diligencia del presidente Santos en esta materia se tradujo en un parte de estabilidad y tranquilidad para el país y sus instituciones. El misterio y complejidad del vicepresidente, aunque le valieron puntos en sus índices de opinión, colaboraron para crispar aún más la disputa política entre santistas y uribistas.

El cáncer prostático, fue así, una enfermedad que afectó, por cuenta de sus víctimas, a más de medio país.

La estupidez humana
En Colombia este año se construyeron, que se sepa, casi 80 búnkeres para proteger a sus dueños del cataclismo universal que ocurriría el 21 de diciembre, anunciado, no por los mayas, sino por oportunistas avispados que entendieron que la estupidez humana es una enfermedad lucrativa.

Los héroes de nuestro país, que existen y protegen como pueden a los ciudadanos y el territorio, creen, en un 70%, que el SIDA es contagiado por la picadura de un mosquito, mientras el 60% acepta tener más de una pareja sexual estable y el 50% de ellos asegura, sin pudor, no haber usado condón en ninguna de sus relaciones con parejas ocasionales.

Carlo María Cipolla, economista italiano, ya nos había prevenido en 1988. La agrupación más peligrosa del planeta, por encima de “las mafias, los militares y los comunistas” es la de los estúpidos, y así lo evidencia con sus cinco leyes fundamentales:

1.      Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación.
2.      La probabilidad de que una persona sea estúpida, es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona.
3.      Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso.
4.      Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida. Constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso.
5.      Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que puede existir.

Invento del año

Nuevos bogotanismos
El lenguaje humano ha sido una de las evoluciones cardinales de la especie. Nos diferencia claramente de los seres no pensantes que habitan la Tierra junto a nosotros. El lenguaje humano es utilizado por los individuos para comunicarse de diversas formas, especialmente a través del signo lingüístico. Incluso, el género humano, ha desarrollado lenguajes supremamente avanzados, los formales, “que son construcciones artificiales humanas, usados en matemática y otras disciplinas formales, incluyendo la programación”.

El lenguaje, por ser nosotros una especie pensante y racional, en constante evolución, se encuentra, así mismo, evolucionando permanentemente. Por ejemplo, vemos como en los últimos años, en el idioma español, que hace parte del lenguaje humano, hemos ido adoptando términos propios de la era de la información y la tecnología: internet, web, net, tuitear, etcétera.

La cotidianidad afecta de igual manera al lenguaje. Y es aquí donde encontramos uno de los inventos del año. Son términos producto del ingenio del pueblo o de la opinión pública, de la calle, originados de la observancia del acontecer diario: petruculencia, entendiéndose como el acto de embarcar a una comunidad en un experimento destinado a fallar, por la simple búsqueda de satisfacer un ego e interés personal; y petraciarse, más coloquial, que es el acto de recular decisiones tomadas vehementemente, casi que de manera grotesca e histriónica, sin pena alguna y considerando que cualquier reclamo por la regresión es una persecución o un complot imperialista.

Como ven, son bogotanismos, pero pueden aplicarse para otros casos. Desafortunadamente.

IPAD Mini
Los genios de Apple, la empresa más valiosa del mundo, nos siguen sorprendiendo con sus innovaciones. Ahora, nos presentan el IPAD MINI, una derivación de su tableta estrella. Más de allá de las especificaciones técnicas y de sus capacidades en materia de velocidad, procesador o configuraciones adicionales, resulta preciso
destacar sus posibilidades en materia de aplicaciones. Sin duda alguna, el futuro de la tecnología está basado en la capacidad de compartir o desarrollar aplicaciones para diversión, información, compras, conocimiento o innovación. Este es el gran legado de Steve Jobs.

El reloj de agua
Desde $20.000 colombianos puede costar a través de la Red el nuevo reloj potenciado a través de agua común, o cualquier otro fluido cargado eléctricamente como gaseosa, café o incluso cerveza, un invento destacado del año, no por su capacidad de asombrar, no por su alto costo de fabricación, no por la cantidad de investigación necesaria para ser creado.

El reloj de agua resultó elegido como una de las invenciones del año por su aporte a la conservación del medio ambiente, al usar fuentes energéticas alternativas. Inventado por Mark Bedol y  Kohar Scott, requiere además poca agua para su funcionamiento y provee al usuario de una alarma que funciona con precisión milimétrica.

Ideas refrescantes para un planeta ambientalmente amenazado.

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