jueves, 11 de octubre de 2012

The New Geography of Jobs



Investigación- Territorios
Manuel Calderón Ramírez

The New Geography of Jobs (La nueva geografía del empleo)

Cubierta delanteraEl Profesor Enrico Morretti de la Universidad de California, Berkeley, acaba de publicar un interesante libro que plantea nuevas perspectivas sobre la relación que se presenta entre geografía y desarrollo económico. En su texto, titulado “The New Geography of Jobs”, el académico señala que el lugar de residencia o la ubicación geográfica de las personas determina, en una alta proporción, las posibilidades de encontrar empleos de calidad y más aún, su propensión a tener un nivel de vida mejor. Si bien es cierto que esto puede sonar a verdad de Perogrullo, el valor agregado del libro de Moretti está relacionado con un componente adicional que define el tipo y la naturaleza de los empleos que las personas pueden obtener: la innovación y las facilidades o condiciones que adquieren ciertos lugares para generar conocimiento.

Moretti establece que en Estados Unidos, las personas se van “especializando” en cierto tipo de empleos según su lugar de residencia. Esta especialización laboral también está relacionada con la productividad del trabajo y con la capacidad de una persona para generar nuevos conocimientos asociados a sus tareas y responsabilidades cotidianas. Así mismo, tal fenómeno de especialización está íntimamente relacionado con lo que en las teorías del desarrollo regional se conoce como las “economías de la aglomeración”. Las empresas y otros actores económicos tienden a ubicarse en ciertas zonas y áreas geográficas concretas y específicas, con el fin de compartir conocimientos y generar sinergias en el acceso a ciertos bienes y materias primas vitales para sus procesos productivos. En tal sentido, las personas no solo se forman en carreras y profesiones afines con los sectores económicos que se desarrollan cerca a sus lugares de vivienda, sino que también tienden a cualificarse y formarse continuamente en áreas asociadas.

Lo más interesante de las reflexiones del Profesor tiene que ver con la capacidad de tales aglomeraciones para atraer y captar capital e inversión directa. Este fenómeno de concentración empresarial genera, progresivamente, la consolidación de clústers o cadenas productivas, altamente especializadas y con una enorme vocación para generar valores agregados y potenciar el conocimiento en un sector específico.  Entre otros muchos ejemplos, Moretti analiza el caso de Silicon Valley en el norte de California, como una economía de aglomeración exitosa, en la que se presenta una alta propensión del tejido empresarial hacia la innovación, motivada en parte por una alianza duradera entre las universidades, el sector privado y el gobierno.

Estas pertinentes apreciaciones son muy útiles para nuestro país. En primer lugar, señalan algunas luces interesantes para tener en cuenta en la definición y priorización del porcentaje de recursos del Sistema General de Regalías (SGR) que serán destinados a proyectos de Ciencia y Tecnología (CyT). En este caso, la lección aprendida es la de propiciar la concentración y la especialización económica de ciertas regiones y departamentos de acuerdo con su vocación y apuestas productivas. De lo que se trata es de invertir en proyectos estratégicos que guarden relación con la orientación económica de los territorios y propiciar la especialización del tejido productivo en torno a tales prioridades.

En segunda instancia, la aglomeración exige la creación de redes productivas sustentadas en torno al conocimiento y la innovación. Para ello, se requiere potenciar los vasos comunicantes entre las universidades y el tejido empresarial, con el fin de generar sinergias y alianzas estratégicas de largo aliento. Ejemplo claro de ello, puede ser la valiosa experiencia de las universidades israelíes y las empresas privadas, quienes, conjuntamente, desarrollan patentes y crean empresas tipo start up para el desarrollo de proyectos específicos. Incluso, estas alianzas estratégicas puedan partir de la realización de ejercicios de vigilancia tecnológica, a través de los cuales sea posible identificar qué están haciendo los mejores y cuáles son los desarrollos de vanguardia en cada uno de los sectores económicos que se pretenden desarrollar.

En tercer lugar, la especialización económica y por ende, la mayor probabilidad de que las personas tengan empleos de calidad en sectores de alto valor agregado, requieren de marcos regulatorios propicios para la innovación y el desempeño económico. Guardadas las proporciones, ¿por qué no mirar y analizar la experiencia de Honduras en el desarrollo de charter cities: territorios que se caracterizan por tener regímenes especiales para atraer la inversión y generar industrias en sectores de grandes potencialidades para los países? Esta puede ser una interesante herramienta para impulsar en Colombia para el desarrollo territorial en ciertas regiones del país. Podría pensarse en la posibilidad de establecer tales regímenes especiales en los departamentos y regiones más deprimidas del país, como instrumento para aumentar el stock de capital público y privado.

Sin lugar a duda, los patrones de producción y localización están cambiando el mundo. Hoy estamos inmersos en una nueva geografía económica, en donde la ubicación y la especialización productiva cuentan significativamente. No asumir tal reto, probablemente nos siga situando en el lugar equivocado. 

Imagen tomada de: 
http://books.google.com.co/books/about/The_New_Geography_of_Jobs.html?id=br0S54w0u_sC&redir_esc=y

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