martes, 23 de octubre de 2012

Los LACRA y los bemoles del multilateralismo

Columna de opinión
César Augusto Niño González

Los LACRA y los bemoles del multilateralismo

Las relaciones internacionales contemporáneas son el espacio de un perfecto juego de palabras y acrónimos que describen algunas aristas del multilateralismo. Los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) acuñado por Jim O’Neill, economista global en Goldman Sachs, hacen referencia a este grupo de países que tendrá más del 40% de la población mundial y tendrá un Producto Interno Bruto (PIB) combinado de 134.951 billones de dólares en el 2050.

Por otro lado, se encuentran los CIVETS, (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica) acrónimo acuñado por el CEO del HSBC Michael Geoghegan, empleado para caracterizar los mercados emergentes que reportarán un incremento del PIB del 4,5 por ciento en los próximos 20 años.

Otro ejemplo, es el grupo de los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) una nominación peyorativa que se refiere además a los problemas de déficit y balanza de pagos de estos países europeos.

Pero ahora es el turno para darle un calificativo a los nuevos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del bienio 2013-2014, los LACRA, conformados por Luxemburgo, Argentina, Corea del Sur, Ruanda y Australia.

Los he denominado así porque a simple vista no parecen ser tan relevantes a la hora de conducir la política mundial, pero en realidad son países que tienen que ver con la inestabilidad de la geopolítica regional a la que pertenecen y son focos de efervescencia en el equilibrio de poder.

Luxemburgo, es sin duda un paraíso fiscal. Ocupa uno de los primeros lugares en el Índice de Secretismo Financiero y esta opacidad facilita delitos como el lavado de dinero, la corrupción y la evasión fiscal. Argentina, mantiene un latente conflicto diplomático con el Reino Unido por las Islas Malvinas, una creciente crisis económica interna, problemas limítrofes con Uruguay y un creciente descontento de la población por políticas adoptadas por el gobierno central. Corea del Sur soporta la tensa línea imaginaria en el paralelo 38, la crisis que altera el equilibrio de poder por la amenaza de los del Norte con el uso de armas nucleares y lo que esto implica en la intervención de las grandes potencias para dirimir el conflicto.

Pero Ruanda es quizás el más polémico porque un día antes de conocerse su elección en el Consejo, se reveló un informe de Naciones Unidas en el cual se le acusa de armar a los rebeldes del M23 de la República Democrática del Congo, supuesta y sorprendentemente al mando del ministro de Defensa de Ruanda, el general James Kabarebe. Y finalmente, Australia con sus graves problemas con los aborígenes y el acceso al agua en el norte del país, es quien representa quizás, la cara más amable del acrónimo.

Los bemoles del multilateralismo hacen que la política internacional pueda contemplarse bajo una maniobra de letras y palabras en el crucigrama del gran juego de la geopolítica mundial.

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