Columna de opinión
Santiago Gómez
@PedroPicapiedra
Mucho se ha dicho, estudiado y
escrito sobre el impacto de las redes sociales y de la revolución que
representaron en la manera como las minorías conectadas se relacionan entre sí
en un mundo cada vez más globalizado.
Sin embargo, la mayor parte de
ciudadanos, en países como Colombia, siguen sin entender el potencial de dichas
plataformas como generadoras de riqueza, pero también como catalizadoras del
cambio y el progreso social. Gran parte de las empresas, creen que Facebook,
Twitter, Foursquare, Google + o Branch, no pasan de ser herramientas de moda que les
permiten difundir sus productos como si actuaran aún en un mundo 1.0,
desechando los potenciales de interacción con sus clientes, remitiéndose a un
uso que simplemente sustituye las obsoletas carteleras, los amarillentos avisos
clasificados de la prensa escrita, las cuñas radiales y los spots
publicitarios.
Las posibilidades de las redes
sociales como instrumentos de comunicación y mercadeo son casi infinitas, pero
requieren de algunas condiciones que brillan por su ausencia en los
departamentos encargados de su manejo en las empresas de hoy: creatividad,
disciplina, transparencia, capacidad de autocrítica y trabajo, mucho trabajo.
Creatividad para ser capaces de
generar, no solo contenidos novedosos, sino de establecer estrategias de
relacionamiento ingeniosas y nuevas con las clientelas predefinidas desde la
planeación empresarial. Disciplina para desarrollar permanentemente contenidos
que alimenten dichas estrategias y sean del interés de dichos públicos, pero
también para interactuar permanentemente con ellos. Transparencia, para hacer
públicas tanto las críticas como los reconocimientos que circulen por las
redes de los servicios prestados. Capacidad de autocrítica, para reconocer los
errores y corregirlos. Y, por último, entender que durante 24 horas y 7 días a
la semana, los clientes pueden requerir una respuesta oportuna a través de las
redes sociales. Empresas que no estén dispuestas a generar estas cinco
condiciones en los empleados encargados del manejo de las redes sociales,
seguirán siendo competitivas solo si lo que les interesa es seguirle vendiendo
a la familia Picapiedra.
Publicado
en Vanguardia Liberal de Bucaramanga el viernes 19 de octubre, en:
http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/santiago-gomez/179264-pedropicapiedra
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