miércoles, 14 de noviembre de 2012

Soy un imbécil


Columna de opinión
Santiago Gómez

Soy un imbécil

¡Qué tarde lo descubrí! En Bucaramanga, unas señales que en cualquier otro país occidental significan ‘prohibido parquear’, acá significan ‘parquee donde se le dé la gana, los únicos derechos que valen son los suyos’.

A mi regreso a esta ciudad, capital de una de las regiones más visitadas por turistas extranjeros del país, también me volví daltónico. Algo extraño me pasó en las ciudades donde decidí erróneamente vivir durante las últimas dos décadas. Acá, la luz verde del semáforo es la que está más arriba, y la de la mitad no significa ‘desacelere’, sino, ‘aproveche que le quedan solo centésimas de segundos para pasar el semáforo’.

Aquí, los conductores aceleran con el pito, no con el acelerador. Creo que mi carro no viene acondicionado para dicha función. Si alguien sabe de un taller donde pueda hacerle esa reparación al obsoleto modelo que tengo, le agradezco.

Pero también, y seguro que obedeciendo a los afanes de austeridad propios de esta era, algún gobernante debió decretar que no hay problema en detener el carro en medio de las intersecciones. No importa que de esa manera se impida el paso de quienes van en un sentido perpendicular al de mi vehículo. Supongo que las alcaldías se ahorran la pintura que se requeriría para pintar las equis gigantescas que, en esas ciudades bárbaras de Europa o Norteamérica, indican una prohibición expresa de ocupar dicho espacio. Eso es austeridad en el gasto público. Enhorabuena.

No se imaginan lo contento que estoy de regresar y darme cuenta que soy un imbécil. Estoy feliz, porque de no ser cierto lo de mi idiotez, todo lo anterior solo podría indicar que los bumangueses podríamos ser confundidos con unos incultos y egoístas ciudadanos que, deliberadamente, incumplimos las más básicas normas de convivencia y, encima, tenemos el descaro de decirle al mundo que esta es una ciudad bonita y cordial, cuando en realidad, de seguir actuando así, espantaremos a todos los forasteros que en algún momento se creyeron el cuento de que ‘quien pisa tierra de Santander, es santandereano’.

Menos mal. Porque prefiero ser un imbécil a ser un troglodita en pleno siglo XXI.

Imagen tomada de: http://www.vanguardia.com/category/tags/bucaramanga?page=38

Publicado en Vanguardia Liberal de Bucaramanaga el viernes 9 de noviembre, en:
http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/santiago-gomez/182426-soy-un-imbecil

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