viernes, 4 de enero de 2013

Si no es mucho pedir

Columna de opinión
Santiago Gómez Mejía

Si no es mucho pedir

Quiero pedirle al 2013 que ni el fútbol, ni las tendencias sexuales, ni las religiones, ni la política sean generadores de odio.

El fútbol es una de las máximas expresiones modernas de entretenimiento y tiene únicamente sentido si hay competición entre bandos disímiles. Millonarios necesita hinchas que celebren los goles de Santa Fe y los autogoles de Franco. Solo de esa manera sus victorias, como la 14, se disfrutan en su correcta proporción. Pero de ahí a que a uno lo insulten, lo acosen o discriminen, lo agredan o lo maten por defender otros colores, hay un abismo que separa las sociedades civilizadas de las hordas prehistóricas.

La heterogeneidad es un rasgo característico de la civilidad posmoderna. Seguir discriminando a quienes viven el sexo de una manera diferente a la nuestra solo indica que la forma como nosotros lo practicamos es también particular y puede no gustarles a todos.

Por otra parte, la religión debe seguir siendo un mecanismo que dé tranquilidad a quienes la necesitan, pero la espiritualidad tiene muchas más dimensiones, igualmente útiles y respetables. Un país tolerante con ellas se acerca a verdaderos escenarios de paz y reconciliación.

Las diferentes opiniones políticas sostienen la democracia moderna. No hay democracia sin disenso. Si todos creyéramos que Petro es el mejor alcalde que ha tenido Bogotá, desaprovecharíamos la oportunidad de conocer y entender otros modelos de ciudad y de gestión pública que pueden funcionar mejor en otras coyunturas.

Si todos pensáramos igual, el progreso se detendría y regresaríamos a las cavernas desandando los caminos que tanto trabajo y sangre le han costado a la humanidad recorrer.

Respiren profundo y entiendan sin insultarme: me cae mal Millonarios, pero disfruto viendo la felicidad de quienes celebraron la 14, algún día cuando el Bucaramanga quede campeón, espero que ellos sientan lo mismo por mí. Creo que Petro es un mal administrador público, pero le agradezco los aciertos que obtuvo con el desarme y el pico y placa en Bogotá. Soy heterosexual declarado, pero disfruto de la compañía de mis amigos homosexuales. No creo en ningún dios, pero me reconfortan de manera admirable los creyentes cuyos actos son consecuentes con aquello que su religión les plantea.

Feliz 2013 para todos.

Publicado en Vanguardia Liberal el 4 de enero de 2012 en: http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/santiago-gomez/190056-si-no-es-mucho-pedir

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