martes, 15 de enero de 2013

Cuba sí es el modelo

Columna La Tarde
Fundación Kíos

Cuba sí es el modelo

Tuiteó la analista @PaolaHolguin, asesora de Álvaro Uribe y ahora fuerte contradictora del actual gobierno: “Parece mentira que el futuro de dos pueblos, Colombia y Venezuela, se resuelva en Cuba en manos de dictadores y terroristas”.

Mientras tanto, nuestra canciller María Ángela Holguín, a quién acá hemos celebrado por su trabajo desde la cartera que lidera, señala, en entrevista con El Tiempo, entre otras varias cosas sobre el affair La Haya/San Andrés, que en el gobierno se ha estudiado “a fondo el fallo con un grupo de abogados... Por otro lado, [que tuvieron] una reunión con el presidente de Nicaragua (Daniel Ortega) a fin de abrir un diálogo... También [que implementaron] el Plan San Andrés, para darle un empuje a la isla”.

El ADN de la diplomacia colombiana, después de la crisis provocada por la sentencia de la Corte Internacional de Justicia sobre el diferendo limítrofe entre Nicaragua y Colombia, continúa intacto. ¿Cuál es la enzima distintiva de dicho ADN? Un exasperante, entreguista y peligroso legalismo extremo.

La Canciller enuncia unas actividades adelantadas por su gobierno exclusivamente en los campos jurídico y social. Por supuesto, estas actuaciones son necesarias. ¿Pero en dónde han quedado los asuntos militares y económicos? ¿El poder duro? Brilla por su ausencia.

Se podría decir que esos temas son de la competencia de los ministros de Defensa y Hacienda. Por supuesto. Pero en temas de alta política, es decir, política internacional, de Estados, es el jefe de la cartera de exteriores, junto al presidente, quién lleva la vocería.

Cuba, más que ningún otro país de Latinoamérica y el Caribe, entiende esta realidad. A pesar de los escalofriantemente densos discursos de la dirigencia cubana, que versan sobre derechos humanos, justicia social, derecho internacional, protección de los afligidos frente a los poderosos, el régimen que controla esta, entre las Antillas, la mayor, juega destacadamente un ajedrez político digno de una potencia del Primer Mundo. Sus disertaciones o peroratas, sus acciones jurídicas, económicas, diplomáticas, políticas o militares, siempre han buscado estar bajo la coordinación dada por lo que el régimen considera su interés nacional.

Así, la sentencia de Holguín, la analista, no la canciller, no resulta ser una sentencia traída de los cabellos. Cuba, con poco más de 11 millones de habitantes, una economía en ruinas, un PIB nominal de 68 mil millones de dólares, por no hablar de la salud de su democracia, se ha convertido en pieza clave en el futuro de dos países que suman 75 millones de habitantes y un PIB nominal de 645 mil millones de dólares.

¿Esta realidad se da debido a la existencia de una asombrosa superioridad en recursos de poder, tales como población, recursos naturales o riqueza económica? No. Se da porque en Cuba desconfían plenamente de las bondades supuestamente incuestionables del derecho internacional, y más bien aprecian y ejecutan lo que consideran conveniente para su interés nacional. Como puede apreciarse, no estamos abordando lo referente al sistema político o económico de la isla. Estamos señalando que por medio de una política de exteriores realista se pueden obtener resultados que a simple vista, destacan por su efectividad. En Colombia estamos lejos de esto y es por eso que nos va como nos va.

Publicado en la versión física de La Tarde de Pereira el 15 de enero de 2013.

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