jueves, 3 de marzo de 2011

Temas críticos para el debate electoral en Bogotá (I): La competitividad


Columna de opinión
Alter Ego

Temas críticos para el debate electoral en Bogotá (I): La competitividad

Una reciente entrada en este espacio virtual sugiere, de manera acertada, que es preciso iniciar la identificación de temas estructurales para enriquecer el próximo debate electoral capitalino. De hecho, la opinión coincide con el editorial del Tiempo del día miércoles 2 de marzo que señala que la carrera por el Palacio Liévano comenzó anticipadamente y que más allá de las problemáticas coyunturales de la ciudad, entre las cuales se encuentran la lucha contra la corrupción, la inseguridad, la incivilidad y el caos en la movilidad, es preciso encontrar un nuevo “norte” para Bogotá, de tal manera que se retome el rumbo perdido en estos últimos años y se encaucen los esfuerzos y las potencialidades de la ciudad y la Región hacia un posicionamiento progresivo y sostenido en un concierto mundial cada vez más competido. Debido a la importancia del tema, esta columna abordará temas de interés distrital, de cara a la construcción de una agenda pública, que sirva como punto de referencia para la contienda electoral que se avecina. En esta primera entrega, se presentarán algunas propuestas para potenciar la competitividad de la ciudad, a partir de la educación.

Según la Revista América Economía, en el 2010 Bogotá ocupó el puesto 8 en el listado de las mejores ciudades para hacer negocios en América Latina[1]. Si bien es cierto que nuestra ciudad aún se encuentra en el top ten de tal medición, es innegable que se viene presentado una tendencia de retroceso en múltiples de las áreas y factores de competitividad analizados, lo cual indica que muy seguramente en los próximos años, Bogotá perderá posiciones con otras ciudades que están efectuando esfuerzos considerables por insertarse de manera inteligente en el mundo. De acuerdo con tales planteamientos, es necesario fortalecer la posición competitiva de la ciudad, potenciando los factores diferenciadores y mejorando aquellos aspectos críticos que se presentan, sobre todo en lo que respecta a los servicios ofrecidos a empresas y a ejecutivos, la infraestructura y la conectividad física y la sustentabilidad ambiental, entre muchos otros. En este orden de ideas, el debate sobre la competitividad de Bogotá debe enmarcarse en el reconocimiento de la necesidad de profundizar y avanzar en el proceso de integración regional entre Bogotá y Cundinamarca y que hoy se expresa a través de la gestación de la Región Capital.  

Según tales reflexiones, es clave visualizar a la Región Capital como una plataforma territorial para potenciar la competitividad entre los dos entes territoriales, garantizar la resolución de problemáticas de interés común, formular y ejecutar proyectos en diferentes áreas y aprovechar y generar economías de escala, con el fin de hacer frente a los retos que plantea un mundo en pleno proceso de globalización. Teniendo presente tal premisa, en este artículo se plantearán algunos elementos susceptibles de ser tenidos en cuenta en la definición de políticas para mejorar la competitividad de la Región Capital Bogotá – Cundinamarca.

1.    Potenciar el rol estratégico del Aeropuerto El Dorado, principal infraestructura para la Región.  En el 2010, el Aeropuerto El Dorado (AED) movilizó cerca de 19 millones de pasajeros, situándose como el quinto terminal aéreo más importante de Suramérica. Así mismo, el AED ocupa el primer lugar en movilización de carga en la región suramericana de acuerdo con el número total de toneladas transportadas. Estos hechos demuestran la importancia de esta infraestructura y son una razón más que suficiente para diseñar intervenciones integrales, en el marco de las cuales se garantice el aprovechamiento de las ventajas que ofrece el AED como uno de los principales factores de competitividad en la región. En tal perspectiva, es necesario que el nuevo gobierno distrital incorpore como prioridades fundamentales de su gestión, las recomendaciones emanadas en el Documento CONPES 3490, el cual enfatiza en la posibilidad de emprender un abordaje comprehensivo e integrador en el AED y su área de influencia directa a partir de la concreción del Macroproyecto Urbano Regional del Aeropuerto (MURA). En tal sentido, resulta importante emprender la articulación de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) de los municipios colindantes con el AED, de tal forma que se asegure la disposición de suelo urbanizado para la ubicación y consolidación de infraestructuras y equipamientos de soporte a la actividad aeronáutica como Zonas Especiales de Logística, centros de formación y capacitación, bodegas y zonas de almacenamiento, todo ello bajo un enfoque de sostenibilidad ambiental.

2.    Crear una alianza pública privada para la promoción de la Investigación y el Desarrollo (I+D). En el marco de la economía del conocimiento, la innovación, la ciencia y la tecnología son los principales factores de competitividad de los países. Las naciones que han sido exitosas en sus procesos de inserción internacional y posicionamiento global le han apostado a generar mayor conocimiento e innovación a partir de la inversión sostenida en actividades científicas, investigativas y educativas. Ello implica, no solo identificar patrones de especialización en sus economías, sino también generar mayor valor agregado a las actividades productivas tradicionales, bien sea explorando nuevos sectores o desarrollando técnicas más novedosas y eficientes. En tal coyuntura, las regiones juegan un papel crucial en la promoción de la investigación y el desarrollo, como medios fundamentales para aumentar el crecimiento económico y la generación de ingresos. Una de las experiencias más significativas es la conformación de la Red “Madri+d” en la Comunidad de Madrid, la cual se configura como un escenario de articulación y coordinación entre empresas, universidades y entidades públicas dedicada a promocionar y explotar sectores y actividades productivas con alto valor agregado, lo mismo que identificar potenciales inversores para el desarrollo de nuevos bienes, productos y servicios.

Es posible desarrollar un esquema similar en la Región Capital, a través de la creación de un ámbito de concertación público privada, a través del cual se promocione la I+D y se dinamice la prestación de servicios como una de las principales apuestas productivas de Bogotá y su entorno. Esta Red o Alianza podría no solo promover el desarrollo de patentes en Universidades y Empresas, sino también implementar esquemas de financiación de investigaciones y nuevos desarrollos en sectores estratégicos para la Región, muchos de los cuales ya han sido identificados por la Comisión Regional de Competitividad (CRC) en el proceso de construcción de las apuestas productivas regionales.

De la misma forma, la Red podría desarrollar labores de inteligencia y vigilancia tecnológica, lo cual comprende el análisis y revisión de las principales patentes que se han presentado y formalizado en el mundo, en aquellos sectores en los que la Región Capital pretenda especializarse, en procura de conocer qué posibilidades se pueden explorar y desarrollar. Por último y no menos importante, es el fomento al emprendimiento y a la creación de empresas de innovación (start-up) en la Región, con especial énfasis en el tema de servicios. Es clave que esta Red dinamice y canalice la inversión, por medio de esquemas de capital de riesgo.

3.    Invertir en el desarrollo de programas técnicos y tecnológicos. Si uno de los temas estratégicos para garantizar el desarrollo de la ciudad está referido a la prestación de servicios de alto valor agregado, es importante flexibilizar y mejorar los programas de formación técnica y tecnológica. En asocio con el SENA, las Instituciones de Educación Superior (IES) y las instituciones de educación no formal, es importante diseñar programas académicos acordes con las nuevas exigencias del mercado, sobre la base de una preparación constante y una formación permanente. En tal sentido, uno de los primeros pasos para lograr la dinamización de la oferta de educación técnica y tecnológica, debe estar referido a la diversificación de la educación media y media vocacional, con el fin de que ésta incluya diferentes énfasis según los patrones y las tendencias del mercado laboral de la ciudad. Es clave, así mismo, lograr la continuidad en la formación y la inclusión pronta al mercado laboral, a través de la certificación de competencias y otros mecanismos para la promoción del empleo juvenil o el primer empleo.



[1] http://rankings.americaeconomia.com/2010/mejoresciudades/ranking.php

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