martes, 7 de junio de 2011

¿Plácida Domínguez?

Columna La Tarde
Fundación Kíos

¿Plácida Domínguez?

Hace una semana Colombia se conmovió con la cara desencajada de Valerie Domínguez mientras rendía indagatoria en la Fiscalía por cuenta de los 306 millones de pesos que le adjudicaron y no recibió, al verse sorprendida por un escándalo que ya tiene en la cárcel a un Viceministro y a varios técnicos del Ministerio de Agricultura.

Su defensa, por lo menos la que ventilaron los medios de comunicación, se soportó en argumentos como los siguientes: que su único error fue confiar en su novio, el no conocer  la finca a la cual estarían destinados los recursos de AIS y afirmar que ella firmó sin saber qué firmaba.

Yo sí creo, en el fondo, que la exreina no es una ladrona, pero no porque sea una persona trabajadora con recursos suficientes para sostenerse con comodidades, como algunos han argumentado. Nada más peligroso que pensar que los ricos no roban porque no lo necesitan, pregúntenle a los Nule. Creo sinceramente en su inocencia, como creo en la de algunos altos funcionarios que ya están tras las rejas por el mismo escándalo, pero sí me ofenden los argumentos de su defensa.

Valerie, cuánto nos gustaba verte en la profética serie Los caballeros las prefieren brutas. Pero recuerda que el amor es muy mal consejero. El único momento en que el corazón da buenos consejos es cuando se ama, no cuando se hacen negocios. Pero sobre todo, defenderse en la Fiscalía con argumentos rosa como ese puede no ser  muy efectivo. A la W le sube el rating, pero una defensa así  nunca ha sacado a nadie de la cárcel.

Que haya intentado demostrar su inocencia afirmando que no conocía la finca beneficiaria del subsidio es algo más común, pero no por ello más contundente. Son pocos los acusados que reconocen haberse tomado la foto con el delincuente, haber visitado sus propiedades o conocerlo personalmente. Decir que no conocía el terreno no demuestra, por sí solo, que así fuera.

Decir, por su parte, que no sabía nada de nada, que el elefante se le metió a sus espaldas, es para mí el argumento más convincente, pero se desperdicia cuando al dar las primeras declaraciones después de la indagatoria, manifestó que cantará todo lo que sabe. O mintió al decir que no sabía para burlarse de la justicia, o miente al decir que sabe algo que merece ser contado en los medios, para burlarse de la gente o lucrarse de su posición de figura pública.

Y el último de los argumentos esgrimidos, según el cual ella firmó sin saber qué firmaba, la liberaría del dolo, pero no de la comisión del delito, que aún así debe castigarse.

Saber si no recibió el dinero porque se sintió traicionada o descubierta, es función de la justicia. Pero me ofende la capacidad de los colombianos para generalizar.  Así como no todos los políticos son mentirosos,  no todas las reinas de belleza son brutas y no todos los Viceministros, por el simple hecho de serlo, son ladrones.

Debemos confiar en que la justicia, en este caso como en todos los otros, haga bien su trabajo. Y que sea cual sea el fallo final, sea alcanzado sin interferencias indebidas de los medios de comunicación que están para contar y no para juzgar.

Publicado en La Tarde del 7 de junio de 2011: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/43028-iplacida-dominguez.html

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