viernes, 14 de septiembre de 2012

Obama o Romney: ¿cuál es más conveniente para el mundo? (I)

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Investigación- Política exterior y defensa nacional
Alejandro Ramírez Restrepo

Obama o Romney: ¿cuál es más conveniente para el mundo? (I)

Una encuesta del Washington Post/ABC News, realizada antes de los acontecimientos en Egipto, Libia y Yemen en contra de las sedes y cuerpos diplomáticos de los Estados Unidos en esos países, indica que el 51% de los americanos confía más en Obama a la hora de manejar los asuntos internacionales de su país, mientras que solo un 38% hace lo mismo con Romney. Este resultado es muy diciente porque en 2008, el discurso internacionalista, transformativo y de esperanza del entonces candidato demócrata, conducía a pensar que debido a una combinación de excesivo idealismo bien intencionado e ingenuidad, Obama llevaría a su país a un estado de grave debilidad internacional, que convertiría el tema de exteriores en su flanco más débil durante el debate electoral de 2012.

El anterior no es el panorama de la encuesta señalada, debido a que la realidad, esa tiránica y asechadora musa que muchos aspiran someter pero que casi siempre termina subyugando a sus cazadores, fue aceptada por el presidente demócrata, llevándolo a dejar muchas de sus promesas a un lado, debido a que sencillamente eran eso: promesas de campaña que estaban fuera de foco con respecto a la realidad. El ejemplo más vistoso, mas no el único, sería el frustrado cierre del centro de detención en Guantánamo, Cuba.

En la misma línea se encuentra el enfrentamiento con los grupos radicales islámicos desde Pakistán hasta Libia, pasando por el Cuerno de África y la Península Arábiga, en donde las fuerzas militares y la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos, han forjado un conflicto, que hace palidecer, lo realizado por la administración de George W. Bush. La utilización de últimas tecnologías, especialmente los ya famosos drones, y la manipulación y hasta presunta violación de las leyes nacionales e internacionales, permitieron implementar una guerra sin cuartel contra las redes terroristas radicales islámicas y asestarles los más duros y contundentes golpes, entre los que sobresale la operación Gerónimo que dio de baja a Osama Bin Laden.

Adicionalmente, encontramos que el candidato de la esperanza, pronto se convertiría en el frío calculador de los asuntos internacionales, cuando por ejemplo, no se dejaría tentar a intervenir rápidamente, y sin toda la planificación necesaria, en lugares como la Libia de Gadafi o la Siria actual. Su reticencia a enfrentar a China, Rusia e Irán de una manera retadora, tal como lo exigen sobresalientes figuras del partido republicano, como John McCain y Mitt Romney, los dos últimos candidatos presidenciales de esa colectividad, lo han hecho asemejarse a una de las grandes figuras del partido del elefante, Dwight D. Eisenhower, quien tenía por principio rector en asuntos de política exterior, evitar todo tipo de involucramiento en conflictos innecesarios. Los casos Libia, Siria, China, Rusia e Irán, son testigos de la búsqueda del actual presidente por emular a su señalado predecesor por medio del pragmatismo. 

Debido a este curso pragmático, se concluiría que la continuidad del actual inquilino de la Casa Blanca, sería la opción más conveniente para el mundo. Su afán por hacer coincidir los verdaderos alcances del poder americano con las acciones realizadas por éste, lo llevaron a ser precavido y a no extralimitarse. 

Pero mientras escribía estas conclusiones, sucedieron los disturbios del pasado martes y han hecho aflorar serias dudas sobre el enfoque del mandatario norteamericano. No solo sobre la sabiduría existente en adoptar políticas que buscan reducir el intervencionismo y liderazgo norteamericanos en los eventos internacionales, es decir, en adoptar el pragmatismo por encima del excepcionalismo americano, que es el discurso republicano, sino también, dudas acerca de cuán realista fue verdaderamente Obama, específicamente en los acontecimientos que fueron denominados como la Primavera Árabe, durante la cual, concretamente, retiró el apoyo estadounidense al presidente egipcio, Hosni Mubarack, dando vía libre al ascenso al poder de movimientos islámicos con marcadas y reconocidas posiciones antinorteamericanas.     

Es posible que estos sucesos, los de esta semana, no cambien, desde el punto de vista estratégico, la conveniencia para el mundo de que continúe Obama en el poder, pero tal vez sí modifiquen las opiniones del electorado y por lo tanto, los acontecimientos recientes, hoy cuentan con la potencialidad de convertirse en el “Lehman Brothers” de las elección de 2012. Es decir, en el evento definitivo que marca una nueva dirección de los acontecimientos. Un gamechanger.

Imagen tomada de: http://articles.businessinsider.com/2012-02-12/politics/31051533_1_romney-talks-mitt-romney-trade-war

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