martes, 2 de agosto de 2011

La responsabilidad de los medios, and the music

Columna La Tarde
Fundación Kíos

La responsabilidad de los medios, and the music

La semana pasada, a raíz de la muerte del maestro Joe Arroyo, el canal internacional de noticias en internet  NTN24, emitió una serie de entrevistas a modelos que, desde Colombiamoda, lamentaban su deceso en un inglés prehistórico, lo que ocasionó una verdadera ola de críticas en las redes sociales.

A las pocas horas de su emisión, el video de una periodista preguntando “What are your best memories of the Joe Arroyo” y de Carolina Cruz balbuceando “He´s a very happy person, and the music” eran Trend Topic en Twitter y, hasta que el canal decidió retirarlo de YouTube, aduciendo violación de derechos de autor, fue uno de los más visitados en Colombia y Sur América.

Nada de eso hubiera pasado si, en primer lugar, el departamento de recursos humanos del canal hubiera descartado la contratación de una periodista que no cumplía los estándares idiomáticos exigidos por un canal en inglés. Pero tampoco si Carolina Cruz, presentadora de su casa matriz, Nuestra Tele, hubiera reconocido que no estaba preparada para conceder una ‘entrevista’ en otro idioma, o si el editor de noticias hubiera decidido no emitir la nota o por su superficialidad – porque si, por ejemplo, la cosa hubiera sido en español, también hubieran hecho todos el ridículo- o por su  ininteligibilidad. Pero aún, si el afán informativo y la inmediatez de las noticias en la red hubiesen justificado que ninguno de los anteriores responsables detuviera la emisión, el director debió haber hecho algo al respecto. Cuatro filtros, cuatro equivocaciones que, de no cometerse, hubieran salvado a Nuestra Tele de un oso mayúsculo.

La hiperconectividad y la casi simultaneidad con que se emiten y se reciben las noticias y los diferentes contenidos mediáticos hoy, trasladan responsabilidades adicionales al comunicador. Hoy hay más fuentes para consultar y contrastar, hay más audiencias y estas son más diversas gracias a Internet, existen más canales y mayores posibilidades de verificación de la información por parte de los receptores del mensaje. Ya no cualquiera puede escribir sin ser cuestionado. Por eso, el comunicador y el medio para el cual trabaja deben asumir la responsabilidad de los efectos que genera el mensaje que emiten en un escenario comunicativo que es cada vez más versátil, más dinámico, más flexible, interconectado y vigilado.

Asumir ese reto implica también reconocer, desde la academia por ejemplo, que ahora no solo se debe formar a los nuevos García Márquez, que empezó como reportero y cronista desde lo periodístico, sino también a los Mark Zuckerberg del futuro. Hay que reconocer y educar para el manejo de los nuevos metalenguajes que circulan a través de otras redes, como las sociales, que comunican e informan de una manera muy particular, pero cada vez más generalizada y viral.

Pero la responsabilidad de ello no solo es de la academia. Los medios de comunicación deben ser cada vez más exigentes con los profesionales que acogen. Una cara bonita no garantiza la pertinencia o la calidad del mensaje. Los medios y quienes recibimos la información que ellos emiten, en algunos casos pagando incluso por ello, debemos exigir menos plagio, mejores redactores que dominen diferentes hipertextos, diferentes idiomas y sus diversas claves lingüísticas, más responsabilidad no únicamente frente a lo emitido, sino también frente a todas las posibles interpretaciones que se puedan hacer de ello.

Y en última instancia, los consumidores de medios debemos ser significativamente más exigentes con aquello que consumimos, de la misma forma que cuando en una panadería pedimos que el pan haya sido horneado el mismo día que lo compramos.

2 comentarios:

  1. Como usted lo dice, no se puede esperar mucho de un canal que olvidó hace rato la responsabilidad que tiene con su audiencia, cada día más pasiva y menos exigente. Nuestra tarea no es solo la de formar profesionales idóneos, sino también audiencias críticas.

    ResponderEliminar
  2. Estamos totalmente de acuerdo, hacia allá debemos ir.

    ResponderEliminar