martes, 25 de enero de 2011

A propósito de la reforma de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR)

Columna La Tarde
Fundación Kíos

A propósito de la reforma de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) 

Enhorabuena el gobierno nacional decidió abordar el tema de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), propiciando la posibilidad de emprender un serio y responsable proceso de reestructuración de su esquema de funcionamiento y operación. 

En efecto, los recientes decretos presidenciales promulgados para conjurar la dramática crisis invernal señalan, entre otras consideraciones, la necesidad de repensar las jurisdicciones actuales de las Corporaciones, logrando que éstas respondan fielmente a las condiciones geográficas e hidrográficas de los territorios y no sólo a divisiones administrativas o funcionales tradicionales que poco o nada tienen que ver con los fenómenos naturales o los riesgos derivados. La situación era tan caótica que en algunos departamentos funcionaban dos o tres corporaciones, cada una de ellas con su estructura burocrática y sus “límites administrativos”, que muchas veces no coincidían con la realidad ambiental de las regiones. 

El proponer la fusión de algunas de las CAR existentes y lograr su necesaria correspondencia con las cuencas hidrográficas del país es un paso que apunta a la concreción de un modelo de autoridades ambientales acorde con los profundos retos de Colombia en la materia y consecuente con la necesidad de avanzar hacia el desarrollo humano sostenible. 

Sin embargo, más allá de repensar los temas burocráticos o de blindar las CAR frente a los complejos procesos políticos o electorales, los decretos presidenciales se convierten en una ventana de oportunidad para construir un nuevo esquema de gestión ambiental urbana y regional en el marco del cual no sólo se puedan regular y control aspectos críticos del desarrollo sino también prevenir y mitigar riesgos y desastres. 

En esta perspectiva, lo ideal sería diseñar esquemas de concertación con comunidades, sector privado y organizaciones internacionales para compartir y generar conocimiento, diseñar protocolos y mecanismos de atención y alertas tempranas, sensibilizar a la ciudadanía y promover la educación ambiental y emprender proyectos sostenibles y productivos en áreas como el ecoturismo y la conservación, entre otros. 

A la par con la promoción del cumplimiento estricto de la legislación ambiental colombiana, paradójicamente una de las más completas del mundo, las nuevo modelo de las CAR deberá avanzar hacia un “pacto ciudadano” en el que logremos generar compromiso frente a la necesidad de tener una nueva relación con el medio ambiente mucho más coherente y sustentable. Lastimosamente, las imágenes de la reciente crisis invernal se convierten en una muestra fehaciente de ello. 

Publicado en La Tarde de Pereira el 25 de enero de 2011: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/36859-a-proposito-de-la-reforma-de-las-corporaciones-autonomas-regionales-car.html


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