martes, 5 de junio de 2012

¡Indignados!


Columna La Tarde
Fundación Kíos

¡Indignados!

La semana pasada, el país se conmocionó con la brutal violación y posterior muerte de Rosa Elvira Cely, una humilde vendedora informal de Bogotá.

El crimen, cometido en pleno corazón de la ciudad, conmovió a todos los sectores de la capital, por su naturaleza y características atroces, propias de la Edad Media. Más allá de tal condición, este hecho violento pone en evidencia, el estado de fragilidad en el que se encuentran las mujeres frente a las conductas delictivas que atentan contra su propia vida y dignidad. A lo largo del año, se han presentado numerosos eventos que así lo indican, entre los que se encuentran los episodios cotidianos de violencia intrafamiliar, los ataques con ácido y los frecuentes sucesos violentos en los que se pone en riesgo la integridad de miles de mujeres y niñas. Todo ello, sin hablar de la violencia psicológica o de la discriminación que se puede presentar en entornos laborales o en espacios públicos, la cual pasa completamente desapercibida.

Es el momento de construir un gran consenso nacional frente a la violencia contra las mujeres, en el que no solo se reconozcan y visibilicen todas las conductas que atentan contra su vida y dignidad, sino que también se generen hechos concretos para combatirla. Si bien es cierto que después de cada acontecimiento violento se produce una ola de rechazo e indignación, que lastimosamente va decreciendo con el paso del tiempo, aún quedan muchos desafíos que superar, sobre todo en el plano de las políticas públicas. Un primer elemento, está relacionado con la medición y el seguimiento a los hechos delictivos y las conductas criminales, con especial énfasis en los delitos sexuales y la violencia al interior de los hogares y familias. A pesar de que la estadística no es una práctica fácil, sobre todo porque aún persiste un miedo a la denuncia, es importante reconocer que éste tipo de delitos es de alto impacto social y por tanto, debe ser estudiado y valorado en su debida proporción. En segunda instancia, es importante diseñar y emprender estrategias de acompañamiento psicológico y social a las víctimas, con el fin de que éstas no se sientan solas en el largo camino hacia la recuperación. En tal sentido, el Estado debe implementar una estrategia de atención a las víctimas, a partir de la resiliencia, el activo más valioso de los seres humanos, el cual se sustenta en la capacidad para sobreponerse a hechos que generan dolor y trauma.

En tercer lugar, se destaca la inclusión de la perspectiva de género en las políticas de convivencia y seguridad ciudadana, al destacar que las mujeres y las niñas tienen diferentes grados de vulnerabilidad o intimidación según los espacios y territorios urbanos.

Finalmente, toda política de lucha contra la violencia, representa el fortalecimiento del aparato judicial del Estado y de su capacidad de respuesta y adaptación frente a la delincuencia. Desde este espacio, condenamos estos actos, esperando que no se repitan historias como la de Rosa Elvira, quien vio truncados sus sueños de progresar y ser una mejor persona.
 
Publicado en La Tarde el 5 de junio de 2012 en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/61433-iindignacion.html

1 comentario:

  1. Hay que luchar contra la violencia, y la delincuencia. Condeno estos actos, esperando que no se repitan historias como la de Rosa Elvira, quien vio truncados sus sueños! Rosa Elvira más allá no nos olvide!
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