lunes, 25 de abril de 2011

La "Ley Lleras": entre la libertad y la responsabilidad


Columna La Tarde
Fundación Kíos

La “Ley Lleras”: entre la libertad y la responsabilidad

La semana pasada el gobierno, argumentando la necesidad de proteger  la propiedad intelectual,  presentó la polémica “Ley Lleras” que pretende, entre otras cosas, que los autores puedan autorizar la no utilización de sus creaciones en las páginas de la red.

Mientras los defensores de los derechos de autor celebran la iniciativa, los usuarios, como era de esperarse, se han manifestado abiertamente en contra del proyecto de ley, principalmente porque lo consideran lesivo de su libertad de expresión.

 Creemos que en el fondo de la polémica suscitada, se esconden los intereses de un colectivo poco homogéneo y muy poco cohesionado, como el de los usuarios de Internet, que claramente no ha utilizado adecuadamente las herramientas técnicas que deberían requerirse para las publicaciones online. Sin embargo, por el otro lado, las reivindicaciones económicas de otro colectivo, algo más compacto e identificable, como el de los autores de obras artísticas, intelectuales, científicas o tecnológicas, que sienten vulnerado su derecho al reconocimiento de su esfuerzo creativo.

 Más que leyes, como en todo en este país de evasores de normas, lo que necesitamos es construir una cultura de cumplimiento.  Las leyes en un país como el nuestro, lo hemos demostrado con hechos, no garantizan que se logre lo que en sí mismas pretenden. Por eso, a pesar de reconocer que la “Ley Lleras” debe estar sujeta a una serie de revisiones de fondo por parte de sus ponentes y del mismo gobierno, para evitar convertirse en un instrumento de censura, sin más, como estamos seguros no es la intención, reconocemos que las actuaciones ciudadanas frente a la publicación de contenidos en Internet debe corresponder a una combinación sensata entre libertad y responsabilidad.  Si queremos mantener la red como un espacio libre de restricciones, los usuarios debemos ser cada vez más responsables: el reconocimiento de las fuentes que se utilizan para alimentar y soportar dichos contenidos es el principio de un encuentro entre defensores y contradictores de la ley. Mientras los usuarios de la red sigamos irrespetando la autoría de creaciones artísticas o intelectuales, no dando los créditos correspondientes de manera explícita, como mínimo, poca autoridad tenemos para exigir la libertad de expresión en un mundo que podría llegar a convertirse en la anarquía total.

Tratemos de ver las dos caras de la moneda. En este caso, intentemos entender que si queremos evitar una ley que merme nuestra capacidad de expresión autónoma en Internet, más que rechazar públicamente su contenido, debemos empezar a respetar los procesos creativos y las autorías intelectuales. En resumen: más citas y menos protestas. No hay manera de exigir más libertad sin pretender asumir cada vez más responsabilidad.

Publicado en La Tarde del 19 de abril de 2011: http://www.latarde.com/index.php?option=com_jumi&fileid=1&idnota=40810

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