martes, 10 de enero de 2012

Lecciones de un visionario

Columna La Tarde
Fundación Kíos

Lecciones de un visionario

El año pasado el mundo de la tecnología y los negocios se conmocionó con la muerte de Steve Jobs, cabeza visible de Apple Computer.

Su capacidad de emprendimiento y visión para el marketing son temas recurrentes en los programas de formación para altos ejecutivos. La historia de cómo fundó una empresa de la nada y la posicionó como una de las compañías más valiosas en el competido entorno empresarial de Estados Unidos es un claro caso de éxito, en el que se fusionan su tenacidad, olfato para los negocios e incansable espíritu visionario, que no solo se quedó en sueños e imaginación, sino que dio pasó a la acción y la creación.

En la historia de la humanidad, cada cierto tiempo, emergen líderes como él, capaces de nadar contra la corriente y cambiar lo establecido, apelando a un obstinado deseo de dejar una impronta.

Más allá de sus éxitos empresariales, Jobs trasciende por su vocación como gran transformador. Su principal consejo a las nuevas generaciones de emprendedores estuvo relacionado con fortalecer las capacidades personales para creer lo imposible y trabajar por ello. Al seguir su propio instinto, abandonó la Universidad a muy temprana edad, seguro de que sus ideales serían materializados algún día.

Ese es su principal legado: cuando se tiene la certeza de que algo que se sueña o piensa puede transformar el mundo, hay que dejarlo todo y trabajar para que eso se vuelva realidad.

Su vida es un ejemplo de cómo la inspiración tiene que ser acompañada de miles de horas de trabajo duro. La genialidad puede desarrollarse únicamente a partir de la práctica y el estudio constante, de la dedicación y la pasión por lo que se cree. Estas son vitales lecciones para nuestra región, la cual ha demostrado con creces su espíritu y vocación emprendedora y que hoy, más que nunca, requiere de nuevos empresarios, capaces de creer en sus sueños y proyectos productivos.

El 2012 debe ser el año del emprendimiento regional como alternativa para la generación de ingresos y nuevos puestos de trabajo, al aprovechar las ventajas estratégicas de nuestro territorio y explotar, sosteniblemente, aquellos sectores y apuestas productivas que nos pueden posicionar en Colombia y el mundo. La actual coyuntura económica mundial exige cierta dosis de audacia para saber cómo afrontar y tomar riesgos, mucho más si éstos pueden ser evaluados y analizados con antelación.

No obstante, a veces la vida también nos muestra que en los negocios no solo se trata de buscar rentabilidades o utilidades, sino también de seguir lo que dicta el corazón, tal como nos lo enseñó Jobs.

Publicado en La Tarde del 10 de enero de 2012 en: http://www.latarde.com/opinion/columnistas/53786-lecciones-de-un-visionario.html

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